Los servicios sanitarios y jurídicos atenderán de forma individualizada a los inmigrantes del Aquarius para determinar el estatus que le corresponde a cada uno de ellos, sin poder asegurar que todos los ocupantes permanezcan en España. La llegada al puerto de València está prevista este fin de semana, las 630 personas viajan en tres buques.

Así lo ha avanzado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en rueda de prensa tras reunirse con el president de la Generalitat, Ximo Puig, para coordinar la llegada a Valencia, previsiblemente a su terminal de cruceros, de los 630 inmigrantes del Aquarius. Serán los técnicos quienes decidan el lugar correcto donde realizar la operación.

Ha añadido que la intención de las Administraciones es que tengan una atención sanitaria y psicológica "respetuosa y acogedora", sin representantes políticos.

La llegada de los tres barcos será escalonada para que dé tiempo a la "asistencia sanitaria y jurídica" que necesiten recibir estas personas, según Carmen Calvo, quien al igual que Puig ha preferido no aventurar si se cumplirán las previsiones de llegada del sábado por la noche, y ya se baraja que la llegada sea el domingo por la mañana. Según las estimaciones, el recibimiento se alargará varias horas como consecuencia de los distintos tiempos de llegada de cada barco, con una diferencia de entre dos y tres horas, para poder realizar la asistencia de la forma prevista.

La vicepresidenta ha admitido que les preocupan los menores y mujeres que hayan podido ser víctimas de abusos y tráfico de seres humanos y ha garantizado que "todas las estructuras están organizadas y puestas en orden" ante la llegada de los tres barcos.

Sobre los lugares que se habilitarán para recibir a estas personas tras su llegada, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha indicado que están preparados, pero no ha querido concretar, por ejemplo, dónde se alojará a los menores, cuestión en la que ha coincidido con Calvo, quien ha dicho: "No podemos decir a dónde van a ir, hay que preservar sus derechos de intimidad y tranquilidad".

Puig ha pedido, así, preservar esa intimidad tanto por parte de los políticos como de los medios de comunicación, porque "lo importante son las personas", y ha señalado: "La sobriedad es la respuesta".