La situación del Aquarius ha estado presente en la primera intervención de José Luis Ábalos como ministro de Fomento, en la que ha asegurado que los 629 refugiados tendrán una autorización especial de un mes, pero a partir de ahí se les tratará con la legalidad en la mano, "sin excepciones".

Y lo ha hecho durante su participación en la Escuela de Formación del PSC en Poblenou donde ha dejado claro que el Gobierno no puede hacer "otra cosa", aunque hace dos días el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que la ley posibilita un trato específico para casos como el del Aquarius, que atraca mañana en Valencia.

También ayer, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, dijo que España "no puede descartar nada" en cuanto al trato y el tipo de protección que recibirán estas personas.