Más de mil personas de los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) desplegados por Cruz Roja atenderán a las 630 personas migrantes que llegarán al puerto de València mañana por la mañana. Como está previsto, arribarán al muelle de cruceros distribuidos en el Aquarius y en los dos barcos italianos (Dattilo y Orione) de forma escalonada, con una diferencia entre un barco y otro de entre dos y tres horas.

En el muelle se les repartirá ayuda básica (ropa, mantas, alimentos, kits higiénicos...) y se les ofrecerá atención sociosanitaria para paliar su situación de extrema vulnerabilidad, con problemas de deshidratación, hipotermia y heridas causadas durante la travesía.

Así lo explicó ayer a los medios de comunicación Pedro Redón, miembro de la dirección de Cruz Roja en València, ante la antigua sede del equipo suizo de vela Alinghi, en La Marina. Instalación que será utilizada por la organización como sede logística durante las primeras horas de la operación de acogida.

Tras el desembarco, los 630 migrantes pasarán por un triaje organizado por Sanidad Exterior y la Conselleria de Sanidad. Después, serán trasladados a albergues donde pasarán los primeros días.

Aquellas personas que no necesiten atención sanitaria urgente quedarán a cargo de los responsables de Cruz Roja, que les proporcionarán un kit con productos de higiene, alimentación y ropa nueva, y posteriormente pasarán al área de filiación donde la Policía Nacional e inspectores del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social tomarán sus datos y les identificarán. En caso de que se detecte alguna patología, se les enviará a un módulo de reconocimiento más profundo que determine si necesitan asistencia urgente.

Para ello, contarán con la colaboración de unos 400 intérpretes, lo que permitirá que cada migrante tenga un traductor fijo durante todo el proceso. Asimismo, habrá otros 200 o 300 voluntarios más especialistas en temas de acogida de toda España que acompañarán a los migrantes el tiempo que sea necesario en sus lugares de acogida.

El destino final de los inmigrantes una vez lleguen a València aún se desconoce, ya que mientras el Govern del Botànic aboga por no aplicar la Ley de Extranjería, el Gobierno central asegura que se estudiará cada caso de forma individualizada para determinar si pueden recibir algún tipo de protección.

El presidente de la organización humanitaria, Rafael Gandia, anunció que, en un principio, la primera noche no la pasarán en las instalaciones portuarias salvo que haya retrasos y los buques lleguen muy tarde, mientras que si atracan a la hora prevista (las 9.00 horas, según Cruz Roja) se les acompañará a sus lugares de acogida definitivos, que no han sido confirmados por la organización por seguridad y respeto a la privacidad de las personas migrantes.

Miles de llamadas de solidaridad

Entre tanto, siguen produciéndose ofertas de colaboración para atender a estas personas, y ya son más de 150 los municipios valencianos que se han ofrecido para acogerlos. La Generalitat ha recibido desde el pasado miércoles un total de 2.515 ofrecimientos solidarios de ciudadanos, 866 a través de llamadas de teléfono y 1.649 por el correo electrónico habilitado por la Generalitat.

Por su parte, el Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) se reunió ayer con los letrados interesados en asistir a los 630 migrantes del Aquarius con el objetivo de coordinar la asistencia «de la mejor manera posible» y estimaron que harán falta setenta personas para ayudarles jurídicamente y poder «analizar caso por caso».

«Es muy importante que les informemos de los derechos que tienen, tanto bajo nuestra legislación como bajo la legislación de la Unión Europea», apuntó Ester Sanchís, una de las encargadas del área de Turno de oficio del ICAV. Sanchís añadió que «las mujeres embarazadas y los niños ya disponen de una protección especial, pero los demás casos deben analizarse de forma individual». Así, destacó la importancia de «proteger a las personas más vulnerables», como podrían ser «las mujeres posibles víctimas de trata».