El portavoz de Compromís en las Corts, Fran Ferri, asegura que le gustaría que en las elecciones autonómicas de 2019 se produjera un sorpasso de Compromís al PSPV porque eso significaría que la coalición podría ostentar la presidencia de la Generalitat y demostraría que la ciudadanía valora sus políticas: «Yo veo a Mónica Oltra de presidenta y veo un Botànic renovado».

Así se ha pronunciado Ferri en una entrevista en la que valora «muy positivamente» el trabajo realizado por el Consell de PSPV y Compromís desde 2015, que ha demostrado que «un gobierno de coalición puede ser estable y, además, sacar adelante una barbaridad de materia legislativa y de reformas» con el apoyo externo de Podemos.

También resalta el cambio de imagen del gobierno valenciano, que esta semana se ha visto en «dos fotos muy concretas», por un lado la sentencia de la trama Gürtel valenciana y por otro el ofrecimiento a acoger a los pasajeros del Aquarius, «abandonados por Europa» en el Mediterráneo.

A la hora de hacer balance de estos tres años, el síndic de Compromís explica que esta legislatura ha sido la de «taponar la hemorragia» y «paralizar las consecuencias de las nefastas políticas de los gobiernos anteriores» pero al Botànic le faltan «cuatro años más, al menos, para comenzar a transformar» y «hacer cosas que mejorarán» la Comunitat.

«Espero, estoy seguro de que volveremos a estar cuatro años más porque aún nos quedan muchas cosas por hacer», resalta, para agregar acto seguido que «sería un fracaso que el PP volviera» a gobernar «no se pueden dejar las instituciones en manos de un partido como el PP que las ha utilizado para el beneficio propio» ni tampoco dejarlas a «aquellos que antes eran del PP y ahora se han cambiado de chaqueta».

Sobre los mensajes del PP alertando del nacionalismo de Compromís, Ferri critica ese intento de «agitar fantasmas del pasado que solo dividen al pueblo valenciano», que «ya los ha superado».

Tampoco cree que vaya a afectar a Compromís la investigación judicial sobre la presunta financiación irregular del Bloc en 2007 porque, pese a que «el PP va a usar eso y repetir siempre que pueda ese todos somos iguales», es «muy fácil diferenciarse» y demostrar que se ha actuado de manera diferente y se trata de un problema basado en que no estaba «bien hecha la contabilidad». «Ellos mienten y exageran reiteradamente sobre esta cuestión, con un totum revolutum de intentar mezclar muchas cosas y comparar la Gürtel con esto es complicado porque el Bloc en ese momento no tenía ningún poder institucional», concluye.