Poco antes de las 10.30 horas de ayer, llegó, por fin y entre una enorme expectación, a la bocana del Puerto de València la embarcación «Aquarius», la nave que hizo saltar las alarmas sobre la situación de las personas migrantes que se juegan la vida cruzando el Mediterráneo para alcanzar Europa, y que ha dado nombre a la conocida como Operación Esperanza del Mediterráneo.

La llegada de esta embarcación ha supuesto un golpe de realidad que pone encima de la mesa las discrepancias en las políticas migratorias entre los países de la Unión Europea. Ante la negativa de Italia y de Malta a recepcionar a los 630 migrantes, finalmente fue València quien se ofreció a darles cobijo con el respaldo del Gobierno central.

La llegada del «Aquarius» fue esperada por un despliegue de medios sanitarios, policiales y de personal de apoyo nunca visto hasta el momento.

El navío amarró en el muelle número 1 con 106 migrantes a bordo justo cuando acababa de terminar el desembarco de los que navegaban en el «Dattilo», el primer navío de la flotilla que trajo hasta costas valencianas a los 630 migrantes.

El barco iba respaldado por una embarcación de la Guardia Civil y otra de Salvamento Marítimo. El «Aquarius», perteneciente a la organización sin ánimo de lucro SOS Mediterranée, llegó cuatro horas después de que lo hiciera el «Dattilo», y con una hora de retraso, según lo previsto.

Aunque al principio se barajó la posibilidad de que las naves abandonarían el muelle para que atracara la siguiente, finalmente el amarre se realizó situándolos uno detrás de otro.

Aproximadamente media hora después, atracó el «Aquarius» y, en esta ocasión, fueron los propios facultativos de Sanidad Exterior y Sanidad Universal quienes entraron en el barco para realizar las labores de triaje y asistencia sanitaria, lo que suponía cambiar el protocolo de actuación inicial.

Esta modificación del procedimiento, según explicó el subdirector general de Seguridad, Jorge Suárez, se debió a la particularidad de la propia embarcación.

Este cambio, unido a que en el «Dattilo» los médicos se toparon con más gente de la prevista con patologías menores a las que hubo que atender, se tradujo en un retraso de 45 minutos y que la bajada de los recién llegados tuviera lugar «con cuentagotas».

En el «Aquarius» viajaron las personas más vulnerables: heridos que se encontraban en peores condiciones físicas, mujeres embarazadas y menores. Cabe destacar que todos los procesos a los que se sometió a los migrantes, estuvieron supervisados por observadores de la organización Acnur de ayuda al refugiado.

«Ejemplo de civismo»

En su comparecencia ante los medios, Suárez quiso trasladar un mensaje de parte de los facultativos que asistieron a los recién llegados. «Son un ejemplo de civismo, educación y respeto», comentó el subdirector general de Seguridad.

Además, comentó un entrañable detalle: la juventud de la mayoría de los ocupantes del barco dejó entrever «una respuesta emocional más fuerte como hemos podido observar en sus aplausos y cánticos durante su llegada a puerto». Y no solo eso, sino que al cruzar la pasarela de desembarco, saludaban como muestra de gratitud a las decenas de personas del sipositivo, que les recibía en tierra firme.

Levante-EMV tuvo la oportunidad de hablar con algunos de los traductores que habían prestado su servicio a los migrantes del «Aquarius» y explicaron muy emocionados que la frase que más escucharon fue «Que Dios te bendiga». Confirmaron que el ambiente era «muy bueno» y que las emociones estaban a flor de piel. De hecho, «era muy habitual ver a personas derramando lágrimas de la emoción», señalaron.

Joan Beltrán es uno de los coordinadores de traductores que trabajaron con el «Aquarius» y los otros barcos. Comentó a este periódico que sintió «un gran orgullo» cuando recibieron cientos de correos electrónicos de traductores ofreciéndose voluntarios para colaborar. «Nos ha sobrepasado y no podemos agradecérselo lo suficiente a todos los que han venido», apuntó y especificó que de los 122 intérpretes convocados para la ocasión, no falló ninguno.