El trato excepcional a los náufragos del «Aquarius» que la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, reclamó el viernes al Gobierno de Pedro Sánchez ya tiene respuesta. Llegó ayer en forma de una autorización especial, prevista en la ley, de un mes para los 630 inmigrantes del «Aquarius» que desde la pasada madrugada han empezado a desembarcar en el puerto de València.

El anuncio del Gobierno lo realizó el ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos, apenas unas horas después de que la portavoz del Consell planteara que la situación de emergencia humanitaria no podía saldarse con la aplicación estricta de la Ley de Extranjería. Una posición que el jueves habían defendido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que en València aseguró que «evidentemente» parte de los inmigrantes del «Aquarius» iba a acabar en centros de internamiento para extranjeros, los conocidos CIE; lo que comporta inevitablemente el camino de la expulsión. Pero Oltra rebatió el viernes que los inmigrantes llegaban por una intervención política del Gobierno, que ha abierto también una crisis en Europa, por lo que no podían ser tratados como si el barco hubiera aparecido por su cuenta en aguas valencianas.

Una posición, la de Oltra, que fuentes del Consell no comparten porque consideran que no puede tratarse de forma diferente a los inmigrantes rescatados por el «Aquarius» que por ejemplo a los que han llegado en patera en los últimos días a la costa andaluza.

Sin embargo, con el anuncio de Ábalos de dar un permiso especial de un mes, el Gobierno sí adopta una posición intermedia, dentro de la ley, entre la excepcionalidad que reclamaba Oltra y la aplicación de la Ley de Extranjería que defendían varios ministros.

Pero esa autorización especial tendrá fecha de caducidad, en concreto un mes, porque el Gobierno entiende que no se puede dar un trato diferente. De hecho, el responsable de Fomento, uno de los ministros más cercanos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, añadió ayer que cuando pase el mes de permiso especial, los inmigrantes serán tratados conforme a la legalidad española.

«Se les tratará según nuestra legalidad sin mayores excepciones, tampoco lo podemos hacer cuando en el sur hay 800 personas con pateras y muertos», aseguró ayer José Luis Ábalos.

En opinión del ministro de Fomento, el Gobierno está obligado a actuar con la sensibilidad que requiere esta cuestión y al mismo tiempo con la legalidad y también con la advertencia a Europa de que falta una política migratoria a la altura. Ábalos también arremetió ayer contra el Gobierno de Italia, algo que ningún miembro del gabinete de Sánchez había hecho todavía: «Tuvo la indecencia moral de que, cuando otro actúa con vergüenza y humanidad, el otro canta victoria cuando el problema era de gente a la que se enviaba el mensaje de que si se morían importaba un carajo», aseguró el titular de Fomento.

Ábalos estará hoy en el puerto

El propio ministro, que es el responsable de los puertos del Estado, de la Marina Mercante y de las naves de Salvamento, ha anunciado que estará hoy en el puesto de mando avanzado instalado en el Puerto de València. La vicepresidenta, Mónica Oltra, también anunció que estará en el centro de coordinación del operativo. La vicepresidenta, Carmen Calvo, dijo que no habría políticos.

Francia acogerá a parte de los migrantes que llegan a València

Francia se comprometió ayer a acoger a los inmigrantes de la flotilla del buque Aquarius que manifiesten su deseo de ir al país galo. Ese fue el resultado de la reunión que mantuvieron ayer la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el embajador de Francia, Yves Saint-Geours, en Madrid.

En un comunicado emitido desde Moncloa, el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, agradeció al primer ministro francés, Emmanuel Macron, su «cooperación» y subrayó que ese es el marco «con el que Europa debe dar respuesta a los procesos migratorios». ó. b. valència