La llegada de los más de 600 inmigrantes del «Aquarius» ayer a València ha puesto al Cap i casal en el foco mediático a escala europa. El impacto social, político y humanitario de la arribada de la «flotilla» con refugiados de más de una veintena de nacionalidades ha visto su eco en las redes sociales, la web y en las páginas en papel de Levante-EMV.

Desde las 5 de la madrugada del domingo, este periódico estuvo informando de la última hora desde varios puntos de la ciudad, como el Puerto de València, los hospitales y el complejo socioeducativo de Cheste, y de manera multiplataforma.

A través de fotografías, videos, texto y directos, los profesionales que forman parte de la redacción de Levante-EMV han querido captar las reacciones de los náufragos del «Aquarius» a su llegada a València, así como informar de su estado de salud. Este periódico también se ha hecho eco de las cuestiones que preocupan a las principales ONG que se han volcado con la llegada de estos refugiados, como Médicos sin Fronteras, ACNUR o Cruz Roja.

En concreto, Levante-EMV ha destinado a cuatro fotógrafos, ocho periodistas y a un especialista multimedia para informar sobre cada uno de los acontecimientos relacionados con el «Aquarius».

Por una parte, cinco profesionales estuvieron esperando la llegada del buque «Dattilo» en el Puerto de València, que finalmente hizo su entrada a las 6.23 horas con 274 personas a bordo. Estos profesionales acreditados -en concreto, dos fotógrafos, un especialista multimedia y dos periodistas-, permanecieron en la primera línea del puerto hasta el desembarco de las personas a bordo del último buque, el «Orione», a las 18.05 horas.

Mientras tanto, otros cuatro profesionales, dos periodistas y dos fotógrafos, visitaron los hospitales de la ciudad donde habían sido trasladados algunos inmigrantes con el objetivo de informar sobre su estado de salud tras más de una semana de dura travesía por el Mediterráneo.

Levante-EMV ha querido responder así a una de las noticias más destacadas de la semana, que ha movilizado a más de 2.300 voluntarios de la Comunitat Valenciana y a cientos de familias que se han mostrado proclives a dar cobijo a los náufragos.