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Primarias

Bonig teme que la guerra por la sucesión de Rajoy resucite la crisis interna en el PPCV

El PPCV insiste en que será neutral y esperará a que la militancia vote antes de decantarse - Ni Cospedal ni Santamaría han sido aliadas, pero hay mejor relación con la exvicepresidenta

Era el peor de los escenarios para el partido de la gaviota y ha ocurrido. La decisión de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal y la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria de presentar su candidatura para presidir el Partido Popular augura un duelo a cara de perro que podría reavivar conflictos dormidos en los territorios. También en la Comunitat Valenciana. Más allá de quien se haga con el liderazgo del partido, el principal temor que anida ahora en la dirección regional del PPCV es que la pelea se traslade a las agrupaciones locales y rompa con la calma que aunque tensa se vivía en la provincia de València.

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, cogió las riendas del partido en un momento extremadamente complicado: pérdida de poder en la mayoría de las instituciones y una agenda de casos de corrupción que han marcado la legislatura.

Aún así y en medio de la tragedia, Bonig logró contener el descontento interno y validar su liderazgo en un congreso regional en el que por primera vez se abrió a la militancia. Salvo la crisis abierta en la provincia de València, cerrada en falso pero contenida por la gestora, Bonig ha capeado con éxito los conflictos internos. El partido sigue entero y ya es mucho, comentan en el PPCV. El punto más tenso se vivió con la operación Taula y la imputación y posterior fallecimiento de Rita Barberá, pero superada esta crisis (o aparcada), Bonig encaraba la recta final de la legislatura con el objetivo único de enfrentarse al Botànic.

Sin embargo, el adiós de Rajoy ha abierto un escenario incierto ya que habrá quien pueda ver en la carrera sucesoria una oportunidad para ponerse en valor o ajustar cuentas del pasado con Bonig.

No habrá candidato de consenso y dos de las aspirantes con más opciones, Cospedal y Santamaría, están enfrentadas. Los populares creen que el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, que podía haber sido la mejor opción para el PPCV, se apartará de la carrera, si bien él mismo descartó ayer esta opción. Tarde o temprano, admiten, Bonig tendrá que descararse. Según fuentes del PPCV la hoja de ruta pasa por apurar los tiempos. De hecho, el mensaje es que cada militante vote en conciencia, sin interferencias.

Hasta ese momento, se esperan movimientos internos. Bonig quiere recuperar influencia en Génova y hará valer su 385 compromisarios, la segunda delegación más numerosa y que, llegado el momento, podría ser clave.

Con todo, la preocupación era ayer evidente ya que ninguna de las dos aspirantes que a priori tienen más opciones, han sido las mejores aliadas del PPCV y de Bonig. Aunque la tensión que hubo en su día con Cospedal se ha rebajando, lo cierto es que desde hace años la sintonía entre ella y el PPCV ha sido escasa. Tampoco Soraya Sáenz de Santamaría ha sido especialmente una aliada de Bonig, si bien, puestos a elegir entre las dos , puede ser la mejor opción para Bonig y su equipo. El diputado Rubén Moreno, presidente de la gestora, puede hacer de puente entre ambas partes dada su cercanía a la exvicepresidenta y la propia cúpula regional.

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