A las 14 horas de mañana acaba el plazo de presentación de candidaturas para presidir el PP nacional. Al menos hasta que expire este plazo, los populares de Isabel Bonig tienen decidido mantenerse neutrales en la guerra que se avecina por la sucesión de Mariano Rajoy sobre todo tras el descarte del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Alberto Núñez Feijóo.
Con la incógnita de qué harán Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, el responsable de Comunicación del PP, Pablo Casado, que ayer sorprendió al anunciar su candidatura, se perfila como la mejor opción para los populares valencianos, huérfanos desde hace años de quien les mime en Génova y ponga en valor que son la segunda organización territorial más numerosa.
Casado mantiene vínculos familiares con Elx (su esposa es de esta ciudad valenciana y su hijo nació allí), si bien la afinidad con Bonig y su equipo no tiene que ver con el terruño. Fuentes del PPCV admitieron que en esta legislatura marcada por los escándalos de corrupción, Casado ha sido uno de los cachorros
De hecho, se posicionó en su día a favor de Bonig y de su mano dura contra la corrupción cuando estalló la operación Taula. En medio de la crisis abierta cuando Bonig pidió el acta a los concejales imputados de València y un paso atrás a Rita Barberá, Casado la respaldó. Con todo, al joven aspirante le persigue el escándalo relativo a su master. La Justicia podría reventarle la campaña si lo llama a declarar como investigado.
Según ha sabido este diario, Casado telefoneó ayer a Bonig para anunciarle su decisión de dar un paso adelante, aunque no le pidió su apoyo explícitamente. Bonig, que ayer fue entrevistada en el programa Halcones y palomas de Levante TV , rehusó posicionarse, si bien manifestó que Casado podría ser un gran candidato que ilusione a la militancia y al electorado. Con todo, apostó por la prudencia: «No quiero que me pase lo que le ha pasado a Puig con Pedro Sánchez». Eso sí, añadió que quien quiera presidir el PP «tendrá que contar con la Comunitat Valenciana».
Los valencianos Margallo y Bayo
Con todo, la pretendida neutralidad de Bonig tiene excepciones: el candidato local, el exministro de Exteriores Manuel García Margallo. El diputado por Alicante presentó ayer oficialmente su candidatura durante un acto en el Club Información de Alicante.
No contará con el apoyo de la dirección del PPCV, que ha dejado claro que no está a su lado. El PP de Alicante ya intentó desplazarlo como número uno al Congreso e incluso tanteó a Casado para que fuera el cabeza de lista por esa circunscripción. Durante su intervención, Margallo indicó que no se retirará y dejó claro que piensa dar la batalla, sobre todo tras la renuncia de Feijóo: «No es un concurso de belleza, sino de ideas».
Por su parte, el exdirigente de Nuevas Generaciones de València José Luis Bayo ha reunido 350 avales y ayer los registró en Génova. Se presentó como un candidato «sin mochilas y las manos limpias».
