Los ayuntamientos han saldado las deudas con la Diputación de València. La corporación provincial ha recaudado 717.642 euros de 80 consistorios que tenían facturas pendientes de abonar; algunas de tan solo 1 céntimo, como Alberic, mientras que otras superaban los 179.000 euros, como Buñol.

Sin embargo, lo más llamativo es que el cobro de la deuda se realizó en beneficio de los municipios. Aquellos que tuvieran facturas (por mínimas que fueran) no podrían ingresar las ayudas del Plan de Servicios y Obras Municipales (Plan SOM), que se aprobarán en el pleno de hoy, porque Intervención bloquea el cobro de las ayudas a los que tengan facturas pendientes de abonar.

Los ayuntamientos han acumulado esta deuda por tres vías diferentes. Por un lado, a través del Impuesto de Actividades Económicas que recauda la diputación y que muchos municipios no habían ejecutado. Por otro lado, las subvenciones concedidas pero no invertidas, cuyo dinero tendría que haber sido devuelto a los fondos de la corporación. En tercer lugar, el pago de los servicios que presta la administración pública en gestiones tributarias para los ayuntamientos que no pueden realizarlas. Esta cuota (que Jorge Rodríguez quiere hacer desaparecer y convertirlo en un servicio gratuito) no siempre ha sido abonada.

Por ello, el área de Hacienda puso en sobreaviso a los ayuntamientos y en las últimas semanas todos se han puesto al día. Alberic, Almiserat y Faura pagaron el céntimo que tenían pendiente. En otros, como l'Olleria, la deuda era de 35 céntimos. Benifairó de les Valls, Palmera, y La Yesa no superaron los 50 euros.

Sin embargo, otros ayuntamientos tenían pagos más elevados, como València, cuya deuda ascendía a 96.600 euros, o Manises, con 93.000 euros por abonar.