«He visto historias de increíble trauma y atrocidad entre los migrantes que viajaban en el «Aquarius» personas que han pasado lo peor tras una larga estancia en Libia».

Es lo que afirmó ayer la representante en España de Acnur, Francesca Friz-Prguda, participante en la acogida de los migrantes del «Aquarius», quien reconoció el «impacto» que sintió al escuchar sus relatos, sobre todo los de las mujeres.

La representante de la agencia de la ONU aseguró ayer que en su larga trayectoria de ayuda a refugiados pocas veces ha visto «caras tan marcadas por el sufrimiento» como las de las mujeres que viajaban en el barco. Una muestra «de las vidas que quedan en suspensión» al tener que salir huyendo de sus hogares, según el último informe de la agencia de la ONU, en la víspera de la conmemoración del Día del Refugiado.

Acnur intervino en la llegada del «Aquarius» a València para detectar las vulnerabilidades de sus 629 ocupantes, pero también estuvo presente en Tarifa y otras costas españolas, a las que llegaron este fin de semana los 1.300 inmigrantes rescatados de su travesía en pateras por la falta de control de Marruecos.

En el acto central del Día del Refugiado, que Acnur celebró en el Ayuntamiento de Madrid, la agencia de la ONU mostró su agradecimiento a España por esta acogida, pero también destacó «la enorme solidaridad de los españoles» respecto a los refugiados.

«Es necesario que se aprueben mecanismos estandarizados de atención en las costas españolas», y vías legales y seguras para facilitar estos desplazamientos, reclamó Friz-Prguda.

Además, también planteó la necesidad de modernizar el sistema de acogida para hacer frente a necesidades que se han multiplicado por cinco en los últimos años y agilizar el sistema de asilo. «Ya se han presentado cerca de 20.000 solicitudes este año, por lo que probablemente se cerrará 2018 con entre 40.000 y 50.000 peticiones de protección internacional», añadió la representante española de Acnur.