Innovación, obsolescencia tecnológica, investigación clínica y traslacional y el papel que juegan en el sistema sanitario (valenciano) y español fueron algunas de las cuestiones que ayer se sometieron a debate en el desayuno informativo que ofreció la nueva ministra de Sanidad, Bienestar Social y Consumo, Carmen Montón en el edificio Veles e Vents, de la mano de Levante-EMV y gracias a la colaboración de la biofarmacéutica Celgene.

Recién llegada al gobierno de la nación de la mano de Pedro Sánchez, Montón (Burjassot, 1976), tiene claro la necesidad de que la sanidad pública española se sacuda de encima la rémora que supone la obsolescencia de sus equipos tecnológicos al tiempo que los profesionales avanzan al mismo paso en sus capacitaciones profesionales. «Me consta que a las comunidades autónomas les preocupa», aseguró la ministra en presencia de su sucesora en el cargo, Ana Barceló, en referencia al intento eliminar los equipos más antiguos y apostar por la innovación.

Según Montón la cuestión se abordaría una vez se abra la cuestión de la financiación «más pronto que tarde, espero» ya que la parte económica era primordial «aunque también debemos aportar qué modelo sanitario queremos». En la Comunitat Valenciana, y tal como recordó la ahora exconsellera, la batalla contra de la innovación en equipos se ha librado gracias a la generosa colaboración de la fundación del magnate textil Amancio Ortega que donó para equipos de detección y tratamiento oncológico casi 30 millones de euros, al igual que está haciendo en otras regiones como Galicia o Andalucía.

«Con esa importante donación y con el presupuesto que creció se ha conseguido eliminar ese nivel de obsolescencia» que en tierras valencianas era del 30 % en 2015 «y hubiera llegado al 70 % si no hubiéramos hecho nada».

El papel de la privada

Ahí, la ministra abrió las puertas de par en par a la industria y a la iniciativa privada que para ella, según insistió, sigue teniendo un papel de complementariedad al hablar de asistencia. «La iniciativa privada tiene cabida, por supuesto. Si quieren seguir la línea de la Fundación Amancio Ortega y colaborar en la mejora de la tecnología, tienen las puertas abiertas», apuntó Montón, mientas insistió en que la garantía del derecho a la atención sanitaria seguía residiendo «en el sistema sanitario público. La empresa privada tiene un papel de complementariedad».

Aún así, y recogiendo el guante que le lanzó la directora general de Celgene para España y Portugal, Katherine Vega Stultz, la ministra puso en valor la importante e «histórica» colaboración de la industria en lo que a investigación médica se trataba. «En investigación, la industria está desarrollando un papel importante y tienen las puertas abiertas», añadió.

Vega Stultz, por su parte y previamente al parlamento de la ministra ya se había puesto a disposición de Montón «y esperamos diálogo para una fructífera colaboración», dijo, recordando la inversión que anualmente hace la empresa del 40 % de sus beneficios a nivel mundial en abrir nuevos campos a través de la investigación.

«Se cierra así el círculo virtuoso que permite que los productos en el mercado financien el desarrollo de la innovación del futuro», valoró la directora general que, sin embargo, advirtió sobre introducir innovación en el sistema sanitario sin considerar su impacto final. «La innovación no es buena per se, lo es en la medida en que aporta valor al punto fundamental de todo sistema de salud: el paciente». En este sentido recordó el trabajo que la firma -que también estuvo representada en el acto por el director de Governmental Affairs & Market Access de Celgene Juan José Francisco Polledo- está realizando en investigación, por ejemplo de medicamentos para enfermedades raras.

«Tenemos una presencia muy relevante en España, donde no solo desarrollamos más de 60 ensayos clínicos sino que contamos con uno de nuestros centros de investigación, en Sevilla».

Investigación imprescindible

La investigación, para la ministra, debía de estar necesariamente también en la hoja de ruta de su gestión al frente de la sanidad española en la que no lleva, como ella misma recordó, apenas 12 días.

«Lo he dicho muchas veces: es imprescindible y hay que potenciar la que se hace desde las instituciones públicas pero nunca hay que desechar la que se hace desde la industria, ambas son complementarias y en esa línea -de histórica colaboración- debemos ir trabajando», aseguró.

Potenciar la investigación y la innovación tecnológica en el sistema público están en la agenda de Montón aunque sus prioridades a dos semanas de ocupar la cartera de Sanidad están siendo otras, tal como recordó ayer ante un auditorio de más de 100 personas. En su comparecencia inicial -que fue precedida por unas palabras de bienvenida del director de Levante-EMV, Julio Monreal- la ministra hizo un repaso de lo que han supuesto estas dos semanas para el sistema sanitario después de que el gobierno de Pedro Sánchez y ella misma desde la cartera de Sanidad hayan apostado por devolver a los pacientes «los derechos arrebatados en la etapa del anterior gobierno del Partido Popular», además «uno a uno y paso a paso».

Replicando su paso por la Conselleria de Sanidad Universal, Montón también quiere que la primera ley relevante del nuevo gobierno de la nación sea la que devuelva la universalidad a la atención sanitaria y que fue cercenada en 2012 por un decreto en aras de la sostenibilidad económica del sistema.

«La universalidad de la sanidad pública es irrenunciable para el nuevo gobierno. Todas las personas tienen este derecho que no debe ser un privilegio», insistió al tiempo que recordó que el argumento del ahorro económico para tomar esta decisión no se sostiene. «Es más gravoso atender a las personas en urgencias y por hospitalizaciones que en Atención Primaria», aseveró.

Eliminar el copago, en la agenda

El anterior gobierno del Partido Popular también esgrimió cuestiones económicas para adoptar otra de las medidas que Montón quiere derribar: el copago farmacéutico que se puso a los pensionistas «sin tener en cuenta muchos perjuicios que comporta en los colectivos más vulnerables».

Para conseguirlo, la ministra reconoció que iba a necesitar «diálogo, tiempo y presupuesto» y que no se empezaría con ello hasta que la sanidad universal estuviera resuelta «para lo que nos iremos a después de verano» porque entraba en juego también el Parlamento. «Aquí costó seis meses revertirlo», recordó pero el trabajar con unos presupuestos no diseñados por ellos también será un obstáculo, según advirtió. «Este gobierno ha asumido afrontar retos de gestión con presupuestos que han sido realizar por el anterior ejecutivo».

Y para hacerlo todo posible, diálogo. Quizá fue una de las palabras más repetidas por la ministra consciente del papel que debe ahora asumir en el consejo interterritorial con el resto de consejeros autonómicos de Sanidad entre los que se encontraba hasta hace nada. «Esto de que el ministerio dispone y la comunidades autónomas hacen lo que pueden, se acabó», dijo.

Y consenso también con las regiones para abordar otro de los problemas sobre la mesa: la necesidad de hacer una cartera básica de servicios en toda España «más equitativa que no única y sí hay que modificarlo porque el margen se nos estrechaba en algunas comunidades», reconoció. Equidad en el sistema sanitario, prometió, pero que no debía de servir «nunca» como excusa para «hacer una recentralización» de servicios.

Montón traía ya la agenda marcada en rojo con la recuperación de derechos pero, en el debate se añadieron cuestiones como la prescripción enfermera, la equiparación de salarios o el cumplimiento fiel de la Ley de Dependencia. A todas la ministra deberá hacer frente en estos dos años que aún restan de legislatura durante los que, según Montón, la palabra gobernar «se conjugará en plural», prometió.

Stultz: «Los españoles están orgullosos de su sistema sanitario y entiendo el porqué»

La directora general de Celgene para España y Portugal, Katherine Vega Stultz reconoció que lleva poco más de seis meses en el puesto y en España aunque, en ese tiempo, le habían impactado dos cosas: la «calidad y capacidad del sistema de salud» y «la importancia que tiene la innovación». «He comprobado que los españoles están orgullosos de este sistema y entiendo el porqué. Además está gestionado con un nivel asombroso de descentralización», alabó la responsable de la biofarmacéutica. Vega Stultz aprovechó su intervención también para agradecer a la ministra el haber hecho un hueco en su agenda para atender a este momento de reflexión que suponía el desayuno y para desearle «el mayor de los éxitos».