Si el martes era el president de la Generalitat, Ximo Puig, el encargado de anunciar que ya habían comenzado -tal como prometió- las negociaciones para conseguir la reversión a la gestión pública del hospital de Dénia, ayer fue la nueva consellera del ramo, Ana Barceló, la que trasladó en persona el mensaje al alcalde de la ciudad, Vicent Grimalt y a la Xarxa de la Xarxa d'Alcaldes de la Marina Alta.

En la visita, la consellera de Sanidad volvió a verbalizar el compromiso del Pacte del Botànic, "y en primera persona, del president de la Generalitat, Ximo Puig" con este proyecto y sirvió para aplacar los ánimos de unos dirigentes comarcales a los que se les acumulan las quejas sobre la gestión que está haciendo Marina Salud al frente del área, desde que el PP dejó en manos de esta unión de empresas privadas la gestión del departamento de salud.

Sin fechas

La consellera, sin embargo, evitó como viene siendo habitual dar ni datos ni fechas sobre esa negociación que se supone ha comenzado y sobre la que, según dijo, se siente en la responsabilidad de "acelerar en lo posible". Eso sí, "con todas las garantías jurídicas", puntualizó Barceló.

El contrato suscrito entre la Conselleria de Sanidad y la UTE Marina Salud (formada al 65 % por DKV Seguros y por Ribera Salud) se firmó en 2005 pero el hospital empezó a operar en 2009, por lo que al contrato aún le quedarían unos años de vigencia. Tras la reversión de Alzira (por finalización, esta vez sí, de la concesión), el Consell se propuso terminar la legislatura con otra área privatizada devuelta a manos públicas pero ahí entraba en juego la negociación -DKV había manifestado su intención de dejar la UTE- para evitar el pago de sumas millonarias por lucro cesante.

Desde que la opción se puso sobre la mesa, poco más ha trascendido de los derroteros que estaría tomando esta negociación. Primero se apuntó a una compra de acciones directamente por el Consell, pero Ribera Salud podría bloquearla al tener derecho de tanteo como socio minoritario. Después se apuntó a la posibilidad de un cese negociado del contrato para que el pago de indemnizaciones pudiera ser asumible por la Generalitat.

Por ahora, poco más se sabe, y Barceló tampoco aportó datos en su visita a Dénia. Se limitó a decir públicamente que se estaba trabajando y que se requería "de un acuerdo con todas las garantías jurídicas para que pueda llegar a buen puerto". "Esas negociaciones llevan buen ritmo, pero todavía queda trabajo por concluir y es prematuro todavía dar una fecha", añadió.

En su visita a la Marina Alta, la consellera de Sanidad también tuvo tiempo de reunirse con miembros de la Plataforma en Defensa de la Sanitat Pública de la Marina Alta, a los que quiso trasladar un mensaje de tranquilidad a la plataforma, y aseguró ser consciente de la preocupación sobre la prestación sanitaria que reciben los ciudadanos del área de salud: "Nosotros estamos haciendo un seguimiento exhaustivo sobre los servicios que debe prestar el hospital".

Por su parte, el primer edil de Dénia, Vicent Grimalt, y según informaron desde conselleria, agradeció a Barceló la visita -la primera que hace desde su nombramiento a un departamento de salud-. "Es consciente y conoce perfectamente la situación sanitaria de la comarca".

"Estamos hablando de un servicio sanitario y debemos pensar primero en los ciudadanos, que tienen que estar bien atendidos. La Sanidad debe responder a las exigencias de cualquier persona usuari" ha concluido Barceló.