La directora general de À Punt, Empar Marco, aseguró ayer que la puesta en marcha de la cadena pública ha permitido una notable recuperación del audiovisual valenciano. «En 2013 había 120 empresas. El cierre de RTVV destruyó mucho trabajo y el número de firmas se redujo a unas 30. Ahora hay unas cien, de las que 80 realizan contenidos para À Punt, y se han recuperado unos 2.000 empleos», informó Marco en en el desayuno de Nueva Economía Fórum.

Ante las críticas a la cobertura de la llegada de los 629 inmigrantes de la flota del Aquarius al puerto de València, insistió en que se ofreció una «amplísima cobertura» y reiteró que no era «imprescincible» ofrecer en directo el atraque. «Era colocar una cámara para ver bajar a los inmigrantes», señaló, y añadió que la decisión editorial consideró que había que respetar la intimidad de los náufragos. En su conferencia, a la que no asistió ningún miembro del Consell, aseguró que lo mejor que le puede pasar a À Punt es «que no complazca a ningún partido político» y rechazó las etiquetas políticas. Marco subrayó que la televisión valenciana es la más barata pese a tener una lengua propia, y reconoció que le gustaría «tener algo más de presupuesto».