La exgerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) Marisa Gracia ha defendido ante la jueza y la fiscal que investigan el accidente del metro del 3 de julio de 2006 que ella no se encargaba de la seguridad ferroviaria, según confirman a Levante-EMV fuentes conocedoras de su declaración.

Gracia ha declarado hoy por primera vez como imputada casi doce años después del accidente que costó la vida a 43 personas y provocó heridas graves a otras 47. La exdirectiva de la empresa ferroviaria llevaba dos años como investigada en esta causa, aunque la jueza que investiga el accidente del metro no la había citado a declarar. Incluso llegó a archivar la causa antes de escuchar a Gracia y los otros seis exdirectivos imputados de forma preventiva antes de que prescribieran los hechos el 3 de julio de 2016.

La exgerente ha intentado esquivar a los periodistas al presentarse antes de las nueve de la mañana en la Ciutat de la Justícia. Aunque como las puertas del edificio judicial no se abren al público hasta esa hora, no ha podido evitar que algunos informadores la interrogaran sobre su primera declaración como investigada en esta causa. Gracia ha asegurado que está "tranquila" y, ante la pregunta de si tiene la conciencia tranquila, ha aseverado: "Por supuesto". Ni a la entrada ni a la salida ha querido hacer más declaraciones, según informa la agencia Europa Press.

En su declaración, la exgerente de FGV únicamente ha respondido a las preguntas de su defensa y de la jueza y ha basado su declaración en desligarse de las responsabilidades de la seguridad ferroviaria en FGV.

Tras conocer las declaraciones de Marisa Gracia, desde la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio (Avm3j) señalan que esta defensa de la exgerente de FGV no les "vale", ya que como directora gerente, era "la máxima responsable de la gestión de FGV", lo que incluye "labores de dirección y gerencia de la entidad, no sólo de representación", explicaron a Europa Press.

Desde la Avm3j recuerdan que sus responsabilidades la obligaban a coordinarse con Vicente Contreras y Francisco García Sigüenza, "su número dos y tres", respectivamente. Los tres eran miembros del Comité de Seguridad en Circulación (CSC). Un órgano interno al que Gracia "asistía a algunas de las reuniones, por lo que era conocedora del riesgo, y entre sus competencias se encuentra la toma de decisiones, por lo que pudo y debió tomar las medidas para evitarlo (el accidente)".

A petición de los investigados también ha declarado como testigo el subjefe de la Línea 1 y actual responsable de servicio de líneas de Metrovalencia, quien ha defendido que el funcionamiento de la línea era "perfecto" y ha negado incidentes previos.