El investigador y activista contra la pobreza Gonzalo Fanjul, director del área de análisis de políticas de ISGlobal, inauguró ayer el encuentro organizado por la Universidad CEU Cardenal Herrerapara abordar el «reto» de la integración de refugiados e inmigrantes del sur del Mediterráneo.
Un encuentro que coincide con el Día de los Refugiados y en el que diversos expertos defendieron la necesidad de una política migratoria europea «comprehensiva» que promueva estrategias eficaces de acogida, pero también de integración real de los recién llegados.
Según dijo, el caso del «Aquarius» es «posiblemente uno de los mejores símbolos de estos últimos meses en materia de política migratoria» pero advirtió de que «España se va a jugar su verdadero prestigio al demostrar si existe un cambio en el Consejo Europeo a finales de este mes, cuando se va a discutir el conjunto del futuro de la política migratoria europea».
Fanjul subrayó que «la encrucijada ética y práctica de Europa pasa por aceptar el desafío de un derecho del siglo XXI: el derecho a la protección y la prosperidad más allá del lugar de nacimiento».
El activista, sin embargo, consideró que ahora mismo hay oportunidades para mejorar la política migratoria: «Yo veo en estas situaciones críticas una cierta oportunidad».
Por una «integración exitosa»
La directora de este encuentro de expertos, la profesora de Derecho del CEU Ruth Abril, puso el foco en el «y ahora qué», señalando que «la llegada de los migrantes del ´Aquarius´ y de todas las personas que vienen a España huyendo de otras realidades es un verdadero reto en todos los sentidos».
«Nuestro objetivo es concienciar a la sociedad valenciana de la necesidad de integración de las personas inmigrantes-refugiadas para una convivencia donde se respeten los derechos humanos de todas las personas que en ella viven, independientemente de su país de origen o del color de su piel», señaló.
Además, añadió: «Si ya de por sí el proceso de migrar es difícil psicológicamente, más lo es en las mujeres y los menores, donde el peligro de marginación o exclusividad social se hace más acuciante».
