Más de 80 menores -contando sólo las víctimas en España- de entre 10 y 17 años prostituidos y/o violados durante años -la mayoría, de familias sin recursos o tutelados por la Administración- y centenares de fotografías y vídeos de contenido sexual grabados y vendidos en medio mundo -900 ventas rastreadas a 550 clientes de 44 países-.

Son las tremendas cifras de la trama de corrupción de menores desmantelada por la sección de Crímenes contra Menores de la UCO de la Guardia Civil y los Mossos d´Esquadra en la Operación Trinity, y que ha vuelto a poner sobre la mesa la impunidad con la que actúan los grupos organizados de producción y distribución de pornografía infantil: diez años ha tardado en ser detectada y desmantelada esta red.

Fue precisamente el buen hacer de una trabajadora social de un centro de menores de Tortosa lo que permitió poner en marcha la investigación en 2015, al detectar que un menor de 14 años estaba siendo víctima de un grupo de pederastas que grababa los abusos a los que lo sometían.

La investigación de los Mossos d´Esquadra identificó a dos franceses y un marroquí -que fueron detenidos ese año- al frente del grupo catalán, que tenía ramificaciones en Barakaldo (Bilbao) y València. La UCO se sumó al caso.

Meses después, en julio de 2016, llegaría el momento de las detenciones: los agentes apresaron a siete hombres, dos de ellos en València: José Cardona Serrat, un joyero ya jubilado, doblemente condenado en 1996 y en 2002 por abusos sexuales y pornografía infantil, y un amigo suyo, también con antecedentes penales en la segunda causa, la de 2002.

Filmaciones en l´Albufera

El segundo vivía en un piso propiedad del primero, en la calle Doctor Lluch del Cabanyal. Allí llevaban a los menores que captaban en la calle, los parques y los centros de reunión del barrio. Todos con el mismo perfil: chicos de 14 o 15 años (alguno sufrió los primeros abusos con 10 años), de familias sin recursos, dependientes de ayudas sociales y en extranjeros.

La paciente labor de los agentes, que se recorrieron el Cabanyal fotos en manos, permitió identificar a 14 chavales. Todos victimizados hasta el punto de que la prostitución con los dos detenidos se había convertido no solo en su medio de vida, sino en la manera de echar una mano en casa.

La excusa para llevarlos a casa, las primeras veces, era cortarles el pelo -el segundo pederasta detenido ni siquiera era peluquero-. Luego, venía el ofrecimiento de 10 euros por quitarse la camiseta, un poco más por desnudarse y, finalmente, dejarse fotografiar y mantener relaciones sexuales completas. Nunca les daban más de 30 euros.

Las grabaciones y fotos se realizaban en el piso, pero también en el exterior: l´Albufera, el Saler, Porta Coeli, en el chalé de Xàbia de Cardona, en casas en ruinas, parques,... Y se vendían. La Guardia Civil ha realizado una profunda investigación patrimonial que evidencia que el negocio les daba para vivir holgadamente.

Además de esos 14 menores -algunos han alcanzado ya la mayoría de edad-, había otros tres, captados en el entorno de confianza del joyero sin que sus padres jamás descubrieran lo que estaba sucediendo hasta que la UCO destapó la trama.

De momento, hay 17 víctimas identificadas en València, pero aún quedan muchos en las grabaciones de los que no se conoce nombre y apellido, por lo que el número de menores prostituidos en València podría aumentar.

En total, aparecen más de 80 chicos en las grabaciones realizadas por el grupo valenciano, el catalán y el bilbaíno, donde fue detenido un antiguo ertzaina, también condenado en 1994 por pederastia. De momento, sólo han podido ser identificados 48.

Turismo sexual

Ni siquiera cuando estaban de vacaciones cesaban en su actividad, según los investigadores, se turnaban para viajar a Marruecos, donde llegaron a intentar montar un local de explotación sexual de menores, Sri Lanka, Túnez, Camboya, Laos, Tailandia, Singapur, República Checa, Kenia, Francia, Bali y Java. En todos los destinos mantuvieron relaciones con menores y los grabaron, material que luego pusieron a la venta.

Tras esa primera fase, los agentes continuaron la investigación para capturar a los clientes de esta trama. Tras año y medio de investigación, han logrado detener a otros 12 pederastas -algunos de ellos, como un maestro de infantil de Cantabria que retrataba a sus alumnos y les robaba la ropa interior, o un profesor de instituto de Málaga, también producía material para la red- e imputar a 31 más, entre ellos, uno en València, otro en Alicante -un vecino de Castelló- y a un tercero, en Dènia.

El grupo contaba incluso con una productora en Tortosa, que tenía preparado el envío de 1.400 DVD y un catálogo a disposición de sus clientes de más de 2.000 títulos de producción propia con el material pedófilo obtenido por los arrestados entre 2008 y 2015.

Esta trama, con 550 clientes en 44 países, ha llegado a manejar 28 dominios de internet y un millón de fotografías y vídeos con pornografía infantil que ocupan más de 12 terabytes de información.

Un miembro de la red fue asesinado

José Cardona fue condenado en 1996 a 6 años de cárcel como miembro del mayor grupo de pederastas y pedófilos desmantelados en España hasta entonces. A esa red pertenecía también Vicente Soler, el falso médico muerto a golpes y asfixiado tras un encuentro sexual pagado en su casa, en la avenida de Peris i Valero, en diciembre de 2016, sólo 5 meses después de la detención de Cardona por su presunta pertenencia a la nueva trama de pederastas desarticulada en la Operación Trinity.