Los productos naturales no necesariamente son inocuos para el organismo. Los preparados de herboristería, los suplementos dietéticos u hormonales tienen un riesgo potencial de dañar nuestro hígado al igual que puede pasar con el consumo de ciertos medicamentos, ya que se metabolizan también a través de ese órgano. Este es el mensaje que ayer lanzó la especialista en Aparato Digestivo Miren García-Cortés en el Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) que se está celebrando en València desde hoy jueves y hasta el sábado y que reúne a más de 1.000 expertos nacionales e internacionales.

"Es una idea errónea, muy extendida, de que los productos 'de la naturaleza' tienen efectos beneficiosos y no son tóxicos. Esta es una idea muy arraigada, difícil de combatir. Pero hay que advertir a la población de esta circunstnacia para que se comporte con precaución", ha advertido Raúl Andrade, responsable del Comité Científico del congreso y catedrático de la Universidad de Málaga. El alto consumo de este tipo de productos y su relación con problemas en el hígado es algo que "preocupa" a los médicos, según Andrade, ya que hasta ahora los casos de hepatoxicidad más reconocidos son aquellos relacionados con el consumo de medicamentos.

De hecho, el nivel de toxicidad para el hígado es una de los riesgos que se evalúa cuando los medicamentos están en fase de ensayo clínico "y continúa una vez que se han comercializado", recuerda Andrade. Existe un Registro Español de Hepatotoxicidad que reúne ya más de 1.000 casos de daños en el hígado por medicamentos en toda España y, desde hace poco, en Latinoamérica.

Medicamentos con más riesgo

Aún así, el que se conozcan los posibles riesgos "no impide que haya algunos medicamentos que tengan mayor potencial" para provocar estos problemas en el hígado cuando son consumado. Según Raúl Andrade, uno de los medicamentos que más casos de toxicidad hepática provoca es también uno de los más prescritos: el antibiótico amoxicilina/ácido clavulánico "que causa hepatotoxicidad en uno de cada 2.300 personas que toman el tratamiento".

Aunque es un porcentaje bajo el también director de la unidad de Aparato Digestivo del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, recuerda que el paciente puede sufrir "un fallo hepático agudo grave", de ahí que los especialistas hagan hincapié en evitar la automedicación, por los posibles riesgos que puede conllevar, como este del daño al hígado.

El desarrollo de medicamentos más efectivos y con menor impacto para el hígado o la detección de biomarcadores que pudieran advertir del riesgo de hepatotoxicidad en cada persona son algunos de los retos a los que se enfrentan los especialistas y que también van a abordarse en el congreso valenciano.