La decisión de la Audiencia de Navarra que deja en libertad provisional a los cinco de la Manada cayó como un jarro de agua fría sobre quienes consideran injustificado que una multa de 6.000 euros pueda pagar el daño de la violencia ejercida sobre la víctima.

La justificación de los magistrados (Ricardo González y Raquel Fernandino) que abogaron por tomar tal decisión hizo incrementar (aún más) la exasperación sobre gran parte de la población. En València, una marea de sororidad ocupó la explanada de la Plaza de los Pinazo frente a la Delegación de Gobierno a las 19.00 horas de ayer, pasando más tarde a convertirse en una movilización, dado el elevado número de manifestantes. A la misma hora, en Alicante la solidaridad juntó a cientos de miles de personas frente al Juzgado Benalúa. Igual que lo hizo en Xàtiva, Alzira, Gandia, Requena, Montcada, Montesa, Ontinyent, Canals, Villanueva de Castelló, Port de Sagunt, Castelló, Vila-Reañ, Alcoi, Benissa, Gata, San Vicent de Raspeig, Pego, Denia, Elx, Crevillent, Torrevieja o Villena.

Que las caras de José Ángel Prenda Martínez, Alfonso Jesús Cabezuelo Entrena, Jesús Escudero Domínguez, Ángel Boza Florido y Antonio Guerrero (los cinco acusados) son ya conocidas es una realidad. De hecho, varias de las asistentes pegaron carteles con sus rostros en las calles cercanas al lugar de la concentración para evidenciarlo. Pero que este sea uno de los argumentos utilizados por la Audiencia de Navarra para dejarlos en libertad, puesto que esta "pérdida de anonimato hace impensable el riesgo de reiteración delictiva", ha provocado que miles de voces se alzasen en una sola contra la "justicia patriarcal".

"Lo que se nos está diciendo es que volvemos a ser las mujeres las que tenemos que estar pendientes de que no nos violen, en lugar de protegernos para que el violador no nos agreda", ha indicado a este diario Amparo Mañés, directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de València, durante la concentración. "Porque nos hace responsables, a nosotras las mujeres, de lo que otros hagan, por el sitio o la hora en donde estemos, por la ropa que vistamos, porque no nos opongamos lo suficiente a su violencia machista. Porque nos quiere muertas antes que supervivientes", rezaba el manifiesto de Alerta Feminista, la organizadora de la concentración.

Y es que "la violación sale gratis", denunciaban algunas de las pancartas que sujetaban las cientos de mujeres que han participado en la manifestación. "Los tipos de La Manada han aprendido una lección que jamás olvidarán: que pueden celebrar su puesta en libertad cometiendo otra violación y no les pasará nada", ha apuntado Eva María Catalán, una de las asistentes, minutos antes de que La Manada al completo pusiera los pies en la calle. "Y allí estarán pronto, por lo menos hasta que su condena sea firme. En una clara demostración de que la calle es suya, de que la Justicia es suya", ha asegurado Ana Gimeno, portavoz de Alerta Feminista, que ha añadido: "No nacimos mujeres para morir o sufrir violencia por serlo. La justicia es ahora La Manada contra las mujeres. La Justicia es patriarcal y eso no es justicia, sino injusticia brutal".