La Conselleria de Sanidad y la Guardia Civil ha inmovilizado otra gran partida de productos cárnicos (entre jamones y otros embutidos) en una empresa de Cheste. Así lo han confirmado fuentes cercanas a la investigación que no han concretado, sin embargo, el volumen de alimentos que se han decomisado, presuntamente, por no estar en condiciones de salir a la venta.

Con esta aprehensión en Cheste son ya tres las empresas valencianas en las que se han decomisado productos cárnicos en mal estado y que estarían vinculadas, presuntamente, con la trama nacional que investiga un juzgado de Badajoz por reintroducir en el mercado productos cárnicos con fechas de consumo preferente superadas.

En el caso de esta última inspección, se inmovilizó el producto pero no se decretó el cierre de la actividad y la empresa chestana estaba ayer abierta al público. Sus responsables, sin embargo, declinaron hacer declaraciones a este diario. En el caso de Alzira sí se clausuró el negocio ya que los inspectores de Sanidad, además de encontrar productos con moho, ácaros y almacenados con suciedad, grasa y heces de roedores, no tenían registro sanitario

Parte de un holding

Las tres empresas inspeccionadas forman parte del mismo grupo que se dedica al secado de jamones, a su distribución y, sobre todo a su procesamiento en otros formatos como loncheado. De hecho, y según pudieron comprobar los inspectores de Sanidad en su visita a la nave clausurada de Alzira, los operarios cortaban las parte enmohecidas de los chorizos para después volverlos a envasar. También se les daba a los paquetes una nueva fecha de caducidad ya que la anterior ya estaba vencida.

Así, además de la nave de distribución de Alzira, el secadero de Bocairent y la planta de elaboración de Cheste, el «holding» agrupa a otras dos empresas de elaboración: una en Paiporta y otra en Real.

Sanidad lanzó el lunes una alerta a la Agencia de Consumo y Seguridad Alimentaria (Aecosan) tras cerrar el almacén de Alzira (en el que se inmovilizaron 90 toneladas de alimentos) aunque aún no se ha decretado la retirada de los productos distribuidos. Esta semana aún era posible encontrar en supermercados de València productos como un kilo de jamón loncheado a 4,99 euros.