España se inclina hacia el noroeste, la parte del mapa que más ha pesado en la última propuesta para las conexiones prioritarias transeuropeas que el anterior ejecutivo del PP elaboró y trasladó a la Comisión Europea. Y es que, pese a los compromisos políticos de Íñigo de la Serna, el ex ministro de Fomento, así como de sus antecesores en el cargo, Rafael Catalá y Ana Pastor, los trazados de mercancías y pasajeros que tendrán preferencia europea dan la espalda a la C. Valenciana para beneficiar a otras autonomías, entre ellas Galicia, Asturias y Cantabria.

Además de la inesperada «desaparición» del tramo entre València y Madrid (eje Atlántico-Mediterráneo) y el de Sagunt-Zaragoza (eje Cantábrico-Mediterráneo), al mapa se han incorporado seis puntos de la red «core» (considerada como básica por las instituciones europeas) en la zona nororiental peninsular. Por contra, solo ha habido una novedad en la zona oriental, la del corredor marítimo entre Palma y València. Una «descompensación» que no ha pasado desapercibida entre las administraciones y empresarios valencianos.

En concreto, los itinerarios que se han incorporado a los corredores son los siguientes: Coruña-Vigo-Orense-León; Gijón-León-Venta de Baños; Huelva-Sevilla; Zaragoza-Pamplona/Logroño-Conexión corredor; Vía fluvial del Guadalquivir; y conexiones marítimas de los corredores con Canarias y Baleares.

Esta revisión se produjo durante la negociación para el próximo marco financiero plurianual 2021-2027, en el que se destinarán 30.600 millones de euros para financiar las redes transeuropeas de transporte, priorizando siempre los corredores europeos.

La propuesta española, elaborada por el Ministerio de Fomento del anterior Gobierno, con Íñigo de la Serna al frente, fue remitida durante el pasado mes de diciembre. El texto incluía, ya entonces, toda la extensión de los Corredores Atlántico y Mediterráneo que ahora se plasman en el mapa.

Una vez trasladada la propuesta, el proceso se inició a la espera del trámite de aprobación por parte del Parlamento Europeo y el Consejo, en aras a su entrada en vigor en 2021.

Mediante esta ampliación se ven considerablemente beneficiadas las comunidades autónomas de Navarra, Rioja, Asturias, Cantabria y Galicia, además de Canarias y Baleares. En total, apenas 8,5 millones de habitantes, el 18,28% de población y el 17 % del PIB de España.

El nuevo mapa ha despertado suspicacias. El presidente de la Autoridad Portuaria, Aurelio Martínez, aludía ayer a los vínculos con Galicia y Cantabria de Rajoy y De la Serna durante la rueda de prensa tras el consejo de administración.

Boirá: es un adiós al futuro

En todo caso, esta primera gran reforma de la red transeuropea de transportes evidencia la falta de peso político en la toma de decisiones en favor de la Comunitat Valenciana. Basta ver los nuevos trazados pintados sobre el mapa. Mientras el corredor mediterráneo solo ha ganado un nuevo sector, el eje marítimo València-Palma, de una importancia relativa; el corredor atlántico gana seis nuevos sectores, con conexiones a puertos. «El corredor mediterráneo queda reducido a una línea mientras el atlántico se convierte en una malla, una red, con múltiples entradas y salidas, más capacidad y, por tanto, más futuro», analizaba ayer el secretario autonómico de Vertebración del Territorio, Josep Vicent Boira.

Desde la administración autonómica se lamenta el cuestionable criterio que ha dejado fuera al puerto de Castelló, el séptimo de España en tráfico de contenedores, mientras, por ejemplo, se da prioridad al tramo Gijón Palencia, un puerto con unas dimensiones reducidas.