Empieza la cuenta atrás para salvar el ramal ferroviario Sagunt-Zaragoza. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, llegó ayer a Bruselas y esta mañana tiene previsto un encuentro con Alessandro Carano, el responsable de financiación del mecanismo Conectar Europa (CEF) y miembro del gabinete de la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc.
Tras las siglas CEF está la red transeuropea de corredores que la UE impulsará con financiación propia entre 2021 y 2027. En esa primera división de las infraestructuras europeas figura el Corredor Mediterráneo Tampoco la que enlazaría con el Atlántico (Lisboa) a través de Madrid.
La consecuencia es que el puerto de València solo queda conectado con el centro de Europa a través del Corredor Mediterráneo pero queda desplazado de las otras grandes vías de comunicación de mercancías con Europa que, en cambio, sí pasan por el puerto de Barcelona.
Puig, que el sábado reunió en el Palau a representantes de la patronal, del puerto y de los sindicatos, trasladará hoy la posición valenciana al experto de la Comisión Europea. En todo caso, el interlocutor, Alessandro Carano, no tiene capacidad de decisión en una cuestión de este calado. El objetivo es, por tanto, hacer presión ante la reunión del consejo de ministros europeos del próximo viernes.
La labor de zapa in extremis de la C. Valenciana se apoyará asimismo en un informe técnico que elabora de urgencia la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración de la Generalitat y que estará en Bruselas antes del viernes.
El otro factor en que se apoya el Consell para mantener alguna esperanza de revertir «la exclusión» de la C. Valenciana del proyecto CEF es la presión que pueda ejercer el Gobierno de España. Con ese fin está prevista una reunión del jefe del Ejecutivo con el nuevo ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos. Será el jueves.
La primera meta para el Consell es el próximo viernes. No obstante, quedaría una segunda vía de esperanza durante el trámite de alegaciones del reglamento CEF. Ya se trabaja en ese frente también.
Mientras tanto, el anterior titular de Fomento con el PP, Íñigo de la Serna, sobre el que el gobierno del Botànic ha descargado la mayor parte de la responsabilidad, en especial la de la no inclusión del ramal ferroviario con Zaragoza, sostiene que peleó por esta conexión, pero el ministerio no puede decidir por la Comisión Europea, por lo que no se puede hacer responsable al anterior Gobierno de Mariano Rajoy, indican en su entorno.
Las citadas fuentes señalaron a Levante-EMV que el exministro está «molesto» por unas acusaciones que «no se merece». Según esta explicación, todas las comunidades implicadas estaban informadas del proyecto europeo, si bien no pueden aportar la fecha exacta de la comunicación al no tener acceso ya a los archivos del ministerio.
No es la tesis que defienden en la Generalitat. Reiteran que el procedimiento habitual es que la Comisión Europea dé trámite a los proyectos que le traslade cada Estado.
En todo caso, como subrayó ayer el secretario autonómico de Vivienda y Vertebración del Territorio, Josep Vicent Boira, la Generalitat no tuvo conocimiento de la red transeuropea CEF hasta la nota de prensa del ministerio del pasado día 6, en la que además no se informaba explícitamente de la exclusión de los ramales que afectan al Puerto de València. Por tanto, ni hubo comunicación inicial del proyecto ni tampoco de la exclusión final, según la Generalitat.
El problema de fondo que expone Boira es la realización de «un diseño de las infraestructuras sin contar con las comunidades».
