La Audiencia Provincial de Valencia ha ratificado la sentencia que absolvió a un naturópata, practicante de medicina alternativa, de los delitos de homicidio por imprudencia e intrusismo de los que le acusaba el padre de un joven de 21 años que falleció en 2013.

El chico murió siete meses después de ser diagnosticado de leucemia linfoblástica y después de abandonar el tratamiento hospitalario, que no retomó hasta que sufrió una grave recaída.

La primera sentencia fue recurrida por el padre del fallecido, pero ahora la Audiencia Provincial de Valencia la ha confirmado sin que quepa ya recurso sobre su decisión. La resolución valora que el recurso del padre trataba de «modificar una valoración probatoria del juez», y no revisar la corrección jurídica, lo que les obligaba a desestimarla.

El juez consideró probado que el acusado, con consulta en València y miembro de la Asociación de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (Confenat), no se anunciaba como médico ni desarrollaba dicha profesión, y que ofrecía a sus clientes un cartel informativo que sus técnicas no sustituían ni excluían la atención médica. La Audiencia Provincial, por su parte, subraya que fue el propio fallecido, mayor de edad, quien interrumpió la quimioterapia por decisión propia.

Roberto San Antonio-Abad, presidente de Confenat, ha subrayado la importancia de la sentencia e instado a que se «reconozca la verdad, que las terapias naturales no mataron al chico».