La detención del todavía presidente de la diputación Jorge Rodríguez fue una sorpresa ayer, tanto dentro del partido socialista como fuera de él. Pese a que las valoraciones políticas fueron variando a medida que se sucedían las novedades en la Operación Alquería, el ministro de Fomento y Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, no se doblegó ante la prudencia.

Tras su intervención en el Senado, fue claro al afirmar que Rodríguez, quien junto al resto de detenidos pasará a disposición judicial esta tarde, «no puede seguir» en la diputación». Una detención «lamentable y vergonzosa», dijo, que demuestra que sobre la figura del presidente debe existir alguna acusación más allá de las cuestiones administrativas.

La dureza de las declaraciones de Ábalos tras su comparecencia en el Senado se fundamenta en la dimisión del exministro de Cultura Màxim Huerta por haber defraudado en el pasado a Hacienda cerca de 200.000 euros. Se estableció así una estricta «vara de medir» que ahora debe aplicarse en las federaciones socialistas.

Jorge Rodríguez llega detenido al registro del Ayuntamiento de Ontinyent

Jorge Rodríguez llega detenido al registro del Ayuntamiento de Ontinyent

En esa misma línea actuó el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien por la mañana pidió prudencia pero a última hora de la tarde emitió un comunicado anunciando «la suspensión de todos los cargos» de Rodríguez. Eso implica la presidencia de la corporación provincial, la portavocía del PSPV y la rescisión de su carnet de militante.

Una medida «preventiva» porque Puig aseguró que en el PSPV confían en la presunción de inocencia, pero los hechos acontecidos hacen un flaco favor al trabajo por levantar la «hipoteca reputacional» que trata de erradicar el PSPV. «Con dolor y con tristeza», Puig apartó ayer a Rodríguez.

Detenido el presidente de la Diputación de València

Detenido el presidente de la Diputación de València

Por parte de Compromís, su socio en el gobierno de la diputación, Xavier Rius, pidió prudencia pero aseguró que serían contundentes «en cuanto se sepa algo más de los cargos imputados».

La dimisión fue pedida con contundencia a primera hora de la mañana tanto por el PP como por Ciudadanos, dos grupos que en Divalterra impulsaron sendas denuncias a la Fiscalía por la irregularidad en las contrataciones de altos directivos. Podemos también pidió la dimisión.

Ricard Gallego entrando en el ayuntamiento de Ontinyent durante el registro policial

Ricard Gallego entrando en el ayuntamiento de Ontinyent durante el registro policial