Anoche en la playa de Port Saplaya, dos usuarios visualizaron una tortuga marina Caretta caretta saliendo del mar. Gracias a la rápida llamada al 112, se pudo activar la Red de Varamientos, compuesta por Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, la Universidad de Valencia y el Oceanogràfic de Valencia, cuyos efectivos se desplazaron rápidamente hasta el punto donde se encontraba el animal.

El quelonio, una hembra, de 74 cm de largo, mostraba intención de desovar en la arena, para lo cual, comenzó a excavar el nido. Debido al nivel freático de esta playa, el agua empezó a asomar en cuanto la tortuga intentó ahondar el nido, por lo que desistió en su intento de depositar los huevos.

No obstante, los veterinarios de la Fundación Oceanogràfic, pudieron realizarle análisis de sangre y una ecografía para comprobar que la hembra se encuentra en perfecto estado de salud y es portadora de huevos maduros, así como de folículos en desarrollo, por lo que se espera que próximamente busque otra ubicación donde anidar.

Además, se le ha instalado un microchip y un emisor de señal por satélite para poder realizar el seguimiento, junto al personal de la Universidad Politècnica de València, de la ruta que realice en los próximos días, y comprobar si definitivamente, elige una de las playas de la costa valenciana para realizar la puesta.

Este no es un caso aislado, sino algo que viene repitiéndose en los últimos años. En 2014 hubo un anidamiento en Alicante, en 2015 fue la playa de Torrevieja la que presenció la puesta de una tortuga marina, y en 2016 ocurrió lo mismo en la Playa de Sueca. En ambos casos, la colaboración ciudadana fue esencial para activar correctamente el protocolo de asistencia de la Red de Varamientos. Gracias a esto, los nidos pudieron ser custodiados y trasladados hasta una playa más tranquila, así como a una incubadora ubicada en el Oceanogràfic de Valencia. En ambos casos, las crías nacidas formaron parte del programa Head Starting realizado en el ARCA del Mar del Oceanogràfic, gracias al cual, los animales alcanzan un tamaño apropiado para aumentar su tasa de supervivencia.