El día siguiente de la detención del presidente de la diputación Jorge Rodríguez y dos de sus asesores no fue más tranquilo que el anterior. Superada la sorpresa y la estupefacción del miércoles, ayer la Plaza de Manises presenciaba un ir y venir de corrillos de diputados que desde primera hora de la mañana compartían inquietudes respecto al futuro más inmediato en la corporación provincial. Y ahora, ¿qué?

Los esfuerzos del PSPV se centraron en apuntalar la estructura socialista en la diputación. El despacho del grupo fue un entrar y salir de gente: diputados provinciales y cargos orgánicos, como José Muñoz, secretario de organización del PSPV, se dejaron caer por el Palau de Batlía para supervisar las operaciones.

Sin embargo, el puzzle que se había desmontado tan solo 24 horas después no fue fácil de reconstruir. La tensión crecía a medida que la mañana avanzaba. El sector afín al secretario de organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, liderados por la secretaria provincial, Mercedes Caballero, mantuvo una reunión con el resto de diputados a los que trasladó la intención de sustituir al actual portavoz del grupo socialista en la diputación, Pablo Seguí, exalcalde de Chella y de la corriente de Jorge Rodríguez, cuya inocencia defendió ayer ante los medios de comunicación pocas horas después de conocerse el arresto del presidente.

Caballero proponía, en sustitución de Seguí, a Mercedes Berenguer, diputada de Bienestar Social y del sector «abalista».

Este movimiento de Caballero no fue bien recibido por el sector afín a Toni Gaspar, el diputado que el secretario general del PSPV y president de la Generalitat, Ximo Puig, designó el miércoles como candidato a sustituir a Jorge Rodríguez. Las intenciones de la secretaria provincial fueron entendidas como un desafío a la ejecutiva autonómica, reunida de urgencia la noche anterior debido a los acontecimientos.

Caballero convocó a la ejecutiva provincial a las 4 de la tarde para dirimir la postura oficial tras las conversaciones de la mañana. Fue entonces cuando se rebajó la tensión que había caracterizado el día. El sector afín a Ábalos decidió aflojar la presión y no plantar batalla en un organismo debilitado tras el golpe judicial.

La reunión presidida por Mercedes Caballero decidió entonces respetar la propuesta de Puig con Toni Gaspar como candidato y no provocar cambios en la portavicía, manteniendo a Seguí al frente en un gesto por la estabilidad.

La fiesta de la rosa, suspendida

Una de las decisiones tomadas en la maratoniana jornada de conversaciones fue la de cancelar la Fiesta de la Rosa convocada para este sábado. Tras la Operación Alquería y las detenciones que dejó el dispositivo, los socialistas optaron por cancelarla y trasladarla a mejor fecha. Si no hay cambio, podría celebrarse el 15 de septiembre.

Así consta en una comunicación enviada ayer a la militancia. Fuentes del partido señalaron que no es momento de celebraciones y fiestas tras las detenciones de ayer. La situación es «desagradable» y «delicada», por lo que el partido entiende que es mejor dejar la fiesta para más adelante.

Antes de que la moción de censura prosperara, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, iba a participar en la fiesta. Tras su toma de posesión como presidente, advirtió que no sería le posible asisitir. Por ello, además del president Ximo Puig, el principal asistente iba a ser el ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos.