Media hora casi después de lo anunciado, Jorge Rodríguez bajaba las escaleras desde su despacho hasta el patio gótico de la Diputación de València para dimitir. Gritos de "Jorge, Jorge" lo acompañaban mientras se situaba detrás del atril. En el fondo, parte del grupo socialista y de su equipo de confianza: Mercedes Berenguer, Conxa Garcia, Bartolomé Nofuentes, Toni Gaspar, Pablo Seguí, Xavier Simón (cogerente de Divalterra) y Ricard Gallego.

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Como ha avanzado Levante-EMV, Rodríguez ha anunciado que deja la presidencia de la corporación provincial tres años después. No quiere dañar a la institución, ha dicho, pero se va "convencido" de su inocencia en la Operación Alquería, el caso por el que fue detenido la semana pasada y que investiga las contrataciones de altos directivos en Divalterra (la antigua Imelsa) y posible persecuciones a empleados.

Imelsa, ha dicho, es "la piedra" que encontraron en el camino en el intento de devolver la reputación a la diputación. Y por Divalterra se va. "Nos podemos haber equivocado, podemos haber sido torpes y confiados, pero no somos ladrones", ha afirmado en una breve comparecencia sin preguntas. "Podemos haber metido la pata, pero no la mano".

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Jorge Rodríguez dimite como presidente de la Diputación de València

Rodríguez ha asegurado que se va "con la conciencia tranquila" y con respaldo al listón ético del PSPV. El hasta ahora presidente ha señalado su apoyo de alguna manera al elegido por su partido para sucederle: el vicepresidente primero, Toni Gaspar.

Cuando se iba, Rodríguez era acompañado por gritos de "Ontinyent, Ontinyent", localidad de la que,contra pronóstico, ha decidido delegar sus funciones temporalmente en Rebeca Torró, su teniente de alcalde.