Era apenas una joven de 21 años, con una hija de ocho a la que había tenido que dejar en su país natal -Brasil-, cuando ejerciendo la prostitución, un cliente se puso agresivo con ella por negarse a tener sexo con él sin preservativo.

Cuando la acusada trató de abandonar el domicilio de este, en la localidad de Alfafar, el hombre, de 49 años y mucho más corpulento, la retuvo por la fuerza. La mujer lo golpeó en la cabeza con una figura de yeso para librarse de su captor y salió corriendo hacia la cocina.

Allí se inició un forcejeo entre ambos que acabó con ella en suelo y su agresor, y posterior víctima, encima de ella a horcajadas. «Intentó estrangularme, cogí el cuchillo del suelo y me defendí como pude», así describe Vanessa Danielle L. F. su crimen, cometido en diciembre de 2005, y por el que se enfrenta ahora a una pena de catorce años de prisión, según la petición de la Fiscalía.

El juicio por estos hechos, calificados por la Fiscalía de homicidio y por la acusación particular de asesinato -solicitando hasta 25 años de cárcel- comenzó ayer ante un Jurado Popular. Serán los miembros del tribunal los encargados de dilucidar si, como argumenta la defensa de la acusada, ésta actuó en legítima defensa. O si por el contrario tenía la clara intención de matar a su víctima, como así considera el fiscal.

El cuerpo sin vida de Ángel H. M. fue encontrado por su hermana el 19 de diciembre de 2005. Ese mismo día la presunta homicida huyó a Portugal y no fue arrestada hasta once años después, en octubre de 2016, como informó en exclusiva Levante-EMV. La acusada alegó ayer que no acudió a la policía y huyó del país por miedo, ya que creía que solo estaba herido. Aunque el cadáver presentaba 16 cuchilladas, la mujer explicó que solo recordaba haberle clavado el cuchillo tres veces. «Fue un accidente», añadió.

Asimismo, no se preocupó en poner trabas a los investigadores, ya que huyó con el albornoz y el teléfono de su víctima, con el que llamó a una amiga. La procesada apenas pudo contener las lágrimas ayer al recordar cómo su madre la introdujo en el mundo de la prostitución con solo trece años.