La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, calificó de «anecdótica» la extraña circunstancia en la que se vio envuelto el subsecretario de la conselleria de Transparencia, Alfons Puncel (Compromís), al ser cazado por una operaria haciendo fotografías a los espacios del Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL), situado en el antiguo hospital de la Cigüeña, según la denuncia de este organismo ante la Conselleria de Hacienda.

Oltra cuestionó que se trate de «espionaje» porque sería hablar de algo «serio». Se limitó a asegurar que es una anécdota que «no hay que sacar de quicio».

La vicepresidenta remitió a las explicaciones dadas por el responsable de Transparencia, Manuel Alcaraz, a raíz de la información publicada en exclusiva por Levante-EMV. El conseller aseguró que Puncel «buscaba espacios cercanos» para situar despachos de la conselleria, que ocupa el mismo edificio. Oltra, además, añadió que los funcionarios están «hacinados» y reconoció que Puncel actuó de forma «muy excéntrica» pudiendo haber encargado a un funcionario la tarea de localizar espacios en el TAL.

Sin embargo, Oltra restó importancia a los hechos y subrayó que el Consell no se dedica «a comentar excentricidades», concluyendo así cualquier valoración de la actuación. «Como divertimento está bien, pero como cosa seria no», concluyó.

Este diario tuvo acceso al documento que se reportó a la Conselleria de Hacienda relatando el suceso tras generar un «incidente de seguridad». Una funcionaria, tras escuchar la apertura de una puerta, de una persiana y del obturador de una cámara de móvil en una de las salas del TAL, vio al subsecretario «con su móvil en la mano, corriendo por el jardín».

Alcaraz salió en defensa de su número tres porque «había una ventana abierta» e hizo una foto para ver si el espacio podía servir para la ampliación que pretende la conselleria.