Los nuevos enlaces y mejoras en la permeabilidad de la AP-7 ya libre de peaje no estarán operativos el 1 de enero de 2020. Hay que ser realistas. De los diez proyectos planteados, sólo dos ya aparecen en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 (redactados por el Gobierno de Rajoy pero aprobados por el de Sánchez) con cantidades exiguas y testimoniales como el millón de euros que se destina al enlace de Vinaròs desde hace años o una pequeña actuación prevista en Oliva.

El resto de actuaciones ni siquiera existen a efectos administrativos por lo que aún debe iniciarse el largo y complejo trámite de redacción de estudios informativos, declaración de impacto ambiental, aprobación de los proyectos... Y, sobre todo, contar con la financiación necesaria. No todas las actuaciones se fían a los presupuestos del Ejecutivo central.

Desde la Conselleria de Obras Públicas admitieron ayer que asumirían y pagarían propuestas como la mejora de la CV-60 en la Safor. ¿Cómo, si no hay dinero? A un año escaso de las elecciones municipales y autonómicas, con una tramitación administrativa y ambiental que aún puede durar varios años, no disponer de presupuesto no es un problema ahora.

«Es un proyecto para la próxima legislatura», bromeó la consellera Salvador que defendió esta «interferencia» autonómica en competencias del Ministerio de Fomento en el hecho de que los nuevos enlaces y mejoras se han consensuado con los ayuntamientos afectados y beneficiados y con las fuerzas vivas de estas mismas poblaciones.

Que una propuesta así surja consensuada evita alegaciones en contra o recursos contra las obras. La cuestión será si los próximos gobiernos central y autonómico asumirán como propio el trabajo presentado ayer.