El president de la Generalitat, Ximo Puig, hizo referencia ayer a una reunión que mantuvieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente catalán, Quim Torra. Pedro Sánchez Quim Torra

Un encuentro que Puig no dudó en calificar de «paso adelante» dada la «incominicación» que ha caracterizado la última etapa del ejecutivo central con Cataluña. Una desconexión que consideró «muy negativa» e hizo alusión a los nulos resultados que el silencio institucional han producido.

Puig apostó a que entre el Gobierno de España y el de Cataluña debe haber un planteamiento «de franqueza y de diálogo abierto» aunque, eso sí, Puig señaló que hay que tener en cuenta que los límites «están en la propia ley».

De esta forma respondió el president antes de participar en un acto institucional, preguntado por la reunión ayer entre los dos presidentes en la Moncloa. Puig confía en que «todo puede ser susceptible de ser cambiado, pero a través de la ley, a través de la democracia y su funcionamiento lógico», resaltó.

En este sentido, apuntó a que de la reunión no se desprenderá ninguna diferenciación para Cataluña respecto al resto de comunidades. Puig se mostró partidario de combinar «la singularidad» catalana y de cualquier otro territorio, como la Comunitat Valenciana, «con la igualdad entre los ciudadanos», algo que confía que siempre se va a preservar.

Sin fecha para la cita con Puig

Preguntado sobre su propia reunión con Sánchez, indicó que aún no se sabe pero aseguró que se producirá tras varias conversaciones con el presidente.

De hecho, Puig explicó que se está trabajando en un documento para que Sánchez lo reciba en los próximos días para poder preparar esa reunión. En la misma línea, Puig confirmó que se reunirá también con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y con la ministra de Administraciones Públicas, Meritxell Batet, como ya hizo con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para demandar «un presupuesto justo para la Comunitat Valenciana».