Un valenciano con sensibilidad por las infraestructuras circulares, en lugar de las sempiternas radiales, coordinará por primera vez los designios del corredor mediterráneo en la península ibérica. Se trata del geógrafo y actual secretario autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio Josep Vicent Boira que ha sido elegido por el Ministerio de Fomento para ser el nuevo «comisionado de desarrollo del corredor mediterráneo», según anunciaron ayer en un acto conjunto en el Palau de la Generalitat el delegado del Gobierno en la C. Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

La elección del geógrafo valenciano, destacaron ambos dirigentes, supone el cumplimiento del compromiso del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, de que la Comunitat Valenciana liderara el proyecto ferroviario. Boira asumirá las funciones que hasta el momento desempeñaba Juan Barios como coordinador del corredor mediterráneo. Aunque cambian las personas pero también la denominación de esta figura que pasa de ser «coordinador» de obras a «comisionado de desarrollo», con una intencionalidad política de fondo. «El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, es sensible a darle una mayor proyección a esta figura para que vaya más allá de una infraestructura», apuntó el jefe del Consell.

Tanto Puig como Fulgencio sacaron pecho del nombramiento de Boira como nuevo comisionado de desarrollo del corredor mediterráneo que, unido al compromiso de la comisaria europea de transportes con Ábalos de estudiar la inclusión de los tramos Sagunt-Zaragoza y València-Madrid (por Albacete) como prioritarios, suponen «un cambio absoluto de atmósfera», en palabras de Puig. Y añadió: «Es un día extraordinariamente positivo para los valencianos en el que se demuestra que la visibilidad de la Comunitat Valenciana y las grandes políticas españolas no son solo palabras, sino que están cimentadas en hechos». Como lo demuestra que el anuncio del nombramiento de Boira se realizara en el Palau de la Generalitat de València lo que refleja, aseguró, que «el nuevo Gobierno entiende la realidad de España y que no todo se residencia exclusivamente en Madrid. Es una manera bien explícita de representar un nuevo ´tarannà´, alejado de la política centralista sin tener en cuenta a las comunidades autónomas», argumentó el jefe del Consell a una pregunta de Levante-EMV.

«Es la prueba fehaciente de que el cambio de Gobierno ha facilitado que las valencianas y valencianos tengan las puertas de Fomento abiertas de par en par», apuntaló el delegado del Gobierno.

Puig recordó que el corredor mediterráneo es «la gran infraestructura para España y una de las principales para Europa». Aunque acto seguido advirtió que «no se trata de ir contra ningún eje ni de hacer batallas estériles entre infraestructuras. Eso es absurdo y no tiene ningún tipo de sentido, pero hay que planificar las infraestructuras en función de los beneficios económicos y sociales y el corredor mediterráneo significa el 50% de las exportaciones», reivindicó.

Mucho más comedido se mostró el protagonista de la jornada, Josep Vicent Boira. Y cauteloso, ya que su nombramiento no será oficial hasta que se apruebe en el próximo consejo de administración del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Sólo defendió que la nueva figura del «comisionado de desarrollo del corredor mediterráneo vaya más allá de una estricta coordinación puramente técnica de enlace de las obras» porque se trata de una infraestructura no sólo importante para la Comunitat Valenciana, sino para toda España». Y añadió: «Las infraestructuras no solo tienen un papel físico, sino que ayudan a consolidar otros procesos y pueden ayudar a resolver muchos problemas», defendió Boira.

El trabajo que le queda por delante al nuevo comisionado del corredor mediterráneo es ingente. Muchas obras por ejecutar y un exiguo presupuesto de 195 millones de euros (según los presupuestos generales del Estado de 2018) para todo tipo de obras ferroviarias en la Comunitat Valenciana, entre ellas finalizar el corredor mediterráneo.

Un eje ferroviario que está prácticamente acabado desde Tarragona hasta la frontera francesa. Pero que es un «patchwork» o mescolanza de anchos ferroviarios, distintas plataformas y obras que se ejecutan a distinto ritmo, o que ni siquiera se han iniciado desde Vandellós hasta Almería.

La lista de cuestiones pendientes es cuantiosa. La variante para superar la vía única de Vandellós representa «una obra interminable y un cuello de botella de otro siglo», según el último chequeo del corredor mediterráneo que hicieron desde la Asociación valenciana de empresarios (AVE). Entre Vandellós y Castellón deberán conformarse con la actual plataforma adaptada al ancho europeo mediante tercer hilo, para el que aún no existe fecha. La nueva plataforma en este tramo ni siquiera está en la agenda.

De València a Castelló siguen las obras para instalar el tercer hilo en la vía del lado montaña, con graves repercusiones al tráfico ferroviario de Cercanías. En València el Parque Central sigue estancado. De València a Xàtiva la plataforma está construida, pero sigue sin ponerse en funcionamiento. Y el nudo de La Encina para conectarse con Alicante sigue sin finalizarse.

Ante este panorama, Josep Vicent Boira tiene clara una cuestión. «Se ha de elaborar un cronograma de obras y aprobar un plan anual» de actuaciones para marcarse objetivos realistas, en función del presupuesto del que se dispone. Ayer no quiso avanzar más ya que su nombramiento oficial no se producirá hasta dentro de una semanas.

«Si el corredor mediterráneo se reivindicó por primera vez en 1918 y ya ha pasado un siglo sin que lo tengamos, porque transcurra un mes más no creo que pase nada», aseguró ante las preguntas de los periodistas por sus propuestas.