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Entrevista

Alberto Garzón: "Las autonómicas dirán qué pasa en las generales con Compromís"

Garzón condiciona una reedición de «A la valenciana» a los posibles pactos en la C. Valenciana Presionarán a Sánchez para reformar el modelo de financiación

Alberto Garzón: "Las autonómicas dirán qué pasa en las generales con Compromís"

La última vez que estuvo en València sonaba «Outsider» de Ramones en el mitin que ofreció. ¿Sigue siendo un «outsider»?

Creo que sí. Siempre hemos tenido una posición no convencional, nada «mainstream». Impugnamos el sistema. Con los últimos hechos de Casa Real, somos los únicos que hemos pedido contundencia para gestionarlo. Esto siempre te coloca en un espacio «outsider» dentro de la forma convencional de la política.

¿Prosperará la comparecencia en el Congreso del Rey Juan Carlos?

Técnicamente es posible. Perdió su estatus de inviolabilidad en 2014. Es una anomalía no poder investigar lo anterior, pero así es nuestro país; anómalo, con una monarquía dentro de la democracia. Hace falta voluntad política y exigimos al resto de grupos que se sumen. Serán todos los que apoyamos a Pedro Sánchez. Si el PSOE lo apoya saldrá adelante.

EU y Podemos confluirán en 2019. ¿Qué consejo puedes dar desde la experiencia?

Honestidad y una visión de altura. Somos tradiciones y organizaciones distintas. En la Comunitat Valenciana, donde EU perdió su representación en Corts en 2015, hay que hacer todos los esfuerzos posibles para remendarlo dentro de una alianza. La candidatura tiene que reflejar la diversidad de la alianza.

Se pretende unir las bases y generar el pacto electoral desde la militancia. ¿Se notará en el resultado?

Suena muy bien la música. Insisto, son espacios sociológicos muy similares pero los militantes son de partidos distintos y todos tienen que sentirse cómodos, nadie puede quedar fuera. Eso se hace con la participación de las bases y el resultado final tiene que reflejar la diversidad.

¿Se corre el riesgo de ser absorbido por Podemos?

Somos conscientes de que en el Congreso, donde Podemos es la fuerza más grande, se tiende a simplificar en los medios, y el espacio más pequeño es el que más herido sale. Hemos tratado de corregirlo y hemos ido a un acuerdo marco para las elecciones donde se salvaguarda la visibilidad de IU.

¿Dónde le gustaría que llegara el pacto EU-Podemos?

Es importante que haya representantes de EU en las Corts.

¿Debería entrar Compromís?

Es un debate de los compañeros de Compromís. Soy partidario de la mayor unidad posible, pero no se si Compromís comparte el programa como hace Podemos. Por eso lo defendemos en el Congreso, de donde Compromís se quiso marchar al grupo mixto. Es su decisión y es legítima, pero cuanto más desunida esté la izquierda, más difícil es transformar la sociedad.

Si Compromís pidiera volver a confluir en las generales, ¿dirían que sí?

Es un futurible. Habría que ver qué sucede en las autonómicas y en función de ese aprendizaje ver qué pasará en las generales que están previstas para después.

¿Qué cree que tiene que resolver a nivel interno EU?

Ha habido un tiempo demasiado largo de disputa interna que ahora hay que resolver. Se está haciendo bien con una ejecutiva integrada y colaborativa. Hay que cerrar heridas y seguir trabajando, pero hay que corregir ciertas inercias que fueron el patrón de los últimos años

¿Qué queda del Partido Comunista en IU?

Queda como un actor más, uno muy importante en el que por su tradición política se proyecta también hacia el futuro. Ahora que hablamos de república y de repensar el modelo de país, hay que entender que el PCE es imprescindible para la democracia de este país y sin ellos seríamos menos libres.

Como partidario del estado federal, ¿cómo beneficiaría ese modelo a la C. Valenciana?

Nuestro país es plurinacional. No es un deseo, es una constatación. Hay que encontrar el encaje para las personas que se sienten de otra nacionalidad. Además, el federalismo permite una gestión más razonable desde los territorios de los servicios públicos. El modelo de autonomía no responde a esa demanda: se gestiona una parte, pero los ingresos dependen de un sistema de financiación que no funciona bien en el Estado.

¿En Madrid ha calado que la C. Valenciana está maltratada?

Lo que hay conciencia, al menos en la izquierda, es que el sistema de financiación no funciona. Es tan rematadamente malo que todos los territorios, sin excepción, se sienten maltratados. Por un criterio o por otro, todos protestan. Hay que encontrar una fórmula de negociación que avance en un modelo coherente y real.

¿Presionarán a Sánchez para que aborde la reforma?

Sí. Es una vergüenza que la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, haya sido una de las portavoces en Andalucía por un modelo de financiación alternativo, pactado con Podemos y con IU, ha llegado al ministerio y ha renunciado al proyecto. Es necesario que Sánchez corrija esa decisión y siga comprometido con la reforma. Si no, está dando las mismas excusas que Montoro y Rajoy.

¿Ha heredado el discurso?

Creo que ha mantenido el continuismo. No abordar el modelo de financiación o el territorial es hacer lo mismo que el PP, es decir, no resolver los problemas.

Lleva siete años en el Congreso. ¿Qué ha cambiado?

Todo. Hemos pasado del bipartidismo a cuatro grandes partidos y la sociedad se ha politizado. Hay una esperanza en el cambio, que a veces se cristaliza en una cosa u otra. En 40 años España ha cambiado tanto que hay que requiere abordar cambios profundos en la Constitución.

Primarias históricas en el PP. ¿A quién ve ganador?

Honestamente, da un poco igual. Tanto Casado como Sáez de Santamaría pertenecen al órgano de dirección del PP. Son los responsables de los recortes, del autoritarismo, de la corrupción y del centralismo. En las últimas horas se ha visto una radicalización hacia la derecha del discurso. No son peligrosos ninguno de los dos, es peligroso el partido.

Se describen como una formación «radicalmente democrática, feminista, con vocación de mayoría y preparada para la confluencia y el encuentro con otros y otras». ¿Se deja algo?

Siempre nos definimos «de clase», centramos el conflicto capital-trabajo. Por como lo has dicho, falta la república, el elemento que vehicula todos esos conceptos.

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