El presidente de la Generalitat, Ximo Puig y la consellera de Obras Públicas , María José Salvador, presentaron ayer el «Programa estratègic per a la millora de la mobilitat, infraestructures i el transport de la Comunitat Valenciana», bautizado como «Uneix» anunciado hace unos meses pero que ayer se presentó al detalle.
Se trata de un plan «realista», en palabras del jefe del Consell, que pretende «acabar con la improvisación» de anteriores épocas y planificar las necesidades de movilidad de la C. Valenciana hasta 2030.
En la memoria de muchos de los asistentes al acto celebrado ayer en el Palau rondaría el último Plan de Infraestructuras Estratégicas (PIE) 2010-2020, presentado por Francisco Camps el 6 de mayo de 2010, que preveía una inversión directa de la Generalitat de 11.345 millones de euros en diez años y un presupuesto global (contando la iniciativa privada y la aportación del Ministerio de Fomento) de 50.000 millones de euros. La apuesta del Consell era invertir mil millones al año a través de aquel «PIE 2010-2020» que era «una gran zancada», según el exjefe del Consell.
El Consell del Botànic rebaja estas grandilocuentes aspiraciones que, no obstante, no dejan de ser ambiciosas. La Generalitat calcula que la mejora de la movilidad y de las infrestructuras precisa de una inversión de 18.828 millones de euros, de los que 12.673 millones correspondería invertir al Ministerio de Fomento y los otros 6.155 millones deberá aportarlos la Generalitat. La cifra dividida entre doce años es la que permite extraer el compromiso de inversión de 512 millones de euros anuales.
Una cifra imposible de alcanzar, por ahora, para la Conselleria de Obras Públicas que en el presupuesto de 2018 sumaba un total de 388,4 millones de presupuesto global de inversiones. Ni sumando los 45 millones previstos para Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana se alcanza esta cifra este año.
Precisamente a la titular de Obras Públicas, María José Salvador, fue a quien correspondió dar los detalles de la inversión precisa en materia de carreteras (4.589 millones), ferrocarriles (4.270 millones), itinerarios no motorizados o carriles bici (259 millones) y puertos, aeropuertos y costas (1.874millones) además de 310 millones para actuaciones logísticas.
En el detalle de los proyectos viejos conocidos de las infraestructuras valencianas que se reclaman desde hace décadas, como el tren de la costa, la mejora de las cercanías, la modernización de la línea ferroviaria Xàtiva-Alcoi, la finalización del corredor mediterráneo a su paso por la Comunitat Valenciana o la conclusión de la Línea 10 del metro en València (la antigua Línea 2) paralizada por falta de presupuesto desde hace años.
La planificación también inclue la mejora de las conexiones de la AP-7 una vez esté liberalizada (presentada la semana pasada por Maria José Salvador) y 19 actuaciones de vertebración de la red de carreteras por 2.360 millones de euros. En su mayor parte se trata de mejoras en la red de carreteras del Estado, pero también se incluyen actuaciones en la red autonómica, como por ejemplo la mejora de la capacidad de tramos de la CV-32, la CV-60 o la CV-95.
En el capítulo de novedades, la consellera de Obras Públicas anunció la ampliación de la red ciclista interurbana de la Comunitat Valencia, con el objetivo de alcanzar los 1.850 kilómetros de vías cicloturísticas o itinenarios no motorizados, para lo que hay prevista una inversión de 259 millones de euros.
También se prevé crear dos entes territoriales de coordinación de transporte para las áreas metropolitanas de Alicante-Elx y Castelló, que se sumarán a la de València, para integrar los distintos transportes y «conseguir una integración tarifaria», además de mejorar la accesibilidad de las paradas.
En el apartado de puertos, Salvador también anunció la ampliación de las concesiones de los puertos de competencia autonómica de 30 a 40 o 50 años. Un total de doce instalaciones portuarias deben afrontar ahora el proceso de renovación, o no, de la concesión (Vinaròs, Port Saplaya, El Perelló, Cullera, Xàbia, Les Bassetes, Puerto Blanco, Altea, Dársena Costa Blanca, Torrevieja, Dehesa de Campoamor y Torre de la Horadada).
