Un niño holandés de 13 años se encuentra en estado muy grave en la UCI pediátrica del Hospital General de Alicante por las lesiones sufridas al caer desde una altura de entre 15 y 20 metros por el acantilado de la cala del Portet, en Moraira, cuando trataba de entrar a través de una ventana en el chalé que su familia había alquilado para pasar las vacaciones. Al parecer, se habían dejado las llaves dentro y el menor trató de acceder a la vivienda a través de la ventana en presencia de sus padres y de sus dos hermanos.

El trágico incidente se produjo pasadas las siete de la tarde del sábado en una de las viviendas unifamiliares que se elevan sobre el acantilado que cierra la cala del Portet, y que su familia había alquilado para pasar las vacaciones estivales.

Al parecer, la familia holandesa, compuesta por el padre, la madre y tres niños -dos chicos y una chica- había cenado fuera y se disponía a regresar a la casa cuando se dieron cuenta de que no tenían llaves y que se las habían dejado en el interior. Al ver que no podían acceder de ningún modo, el chico de 13 años decidió intentar acceder a través de una ventana en un lateral del chalé, según confirmaron a Levante-EMV fuentes municipales. Sin embargo, el crío terminó resbalando y cayó al vacío, a lo largo de entre 15 y 20 metros, por la zona más escarpada, formada por rocas.A la espera del SAMU

El niño se golpeó con fuerza en la espalda y en la cabeza. Los padres llamaron inmediatamente al 112, que desplazó al lugar agentes de la Policía Local de Teulada-Moraira y personal de Protección Civil, cuyos cuidados fueron fundamentales para mantener las constantes vitales del menor hasta la llegada de la ambulancia del SAMU, que tuvo que desplazarse desde Ondara.

Una vez que el equipo sanitario logró estabilizar las constantes vitales del niño y garantizar un traslado seguro, fue evacuado en el helicóptero de Emergencias de la Generalitat Valenciana al Hospital General de Alicante, donde fue intervenido de urgencia.

A última hora de ayer permanecía en estado muy grave en la unidad de cuidados intensivos de Pediatría y su pronóstico es reservado, a la espera de ver cómo evolucione en las próximas 48 horas.

La familia del niño, según las fuentes consultadas, ha tenido que recibir asistencia médica por la crisis nerviosa sufrida y el ayuntamiento les ha ofrecido todo la ayuda y apoyo necesarios.