La muerte de Pedro Alcorisa, el último guerrillero antifranquista valenciano, que fue incinerado el domingo tras fallecer a la edad de 97 años, marcó el acto del Ministro de Fomento y Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en Burjassot.

Pilar Alcorisa, la hermana pequeña Pedro, acudió al Centro Cultural Tívoli con la intención de agradecer a Ábalos el apoyo que brindó a la familia Alcorisa durante los 8 años que Rita Barberá bloqueó la solicitud de exhumación de una fosa común del Cementerio General de València de los restos de su padre, Teófilo Alcorisa, quien fue torturado hasta la muerte en el cuartel de la Guardia Civil de Arrancapins en 1947.

En 2006 Pedro Alcorisa se convirtió en el primer familiar de un desaparecido de la dictadura en solicitar la apertura de una fosa común del Cementerio General de València. Petición que Ábalos siempre apoyó, primero como concejal del Ayuntamiento de València, luego como diputado en el Congreso y también como secretario general del PSPV en la provincia de Valencia.

Emotivo abrazo

El domingo en Burjassot, tanto el ministro como Pilar rompieron a llorar al fundirse en un emotivo abrazo. Las lágrimas se le volvieron a escapar a Ábalos al final de su discurso cuando tuvo unas palabras de recuerdo para el guerrillero. «Quiero agradecer la lucha de Pedro Alcorisa y su familia porque representan la dignidad de la izquierda», dijo.

Pedro Alcorisa (Higueruelas, Santa Cruz de Moya, enero de 1921), con el sobrenombre de Matías paso seis años combatiendo con la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) por las sierras que hay desde las Hoces del Cabriel hasta Huesca, pasando por Teruel, Cuenca y Castelló. Participó en una de las acciones más audaces del AGLA, la voladura simultánea con dinamita tanto de la vía del ferrocarril a Teruel como la de Barcelona a su paso por Puçol. A tres meses de cumplir los 98 años, el corazón del que quizás sea el último maquis valenciano dejó de latir el pasado viernes.