La deuda de los municipios valencianos prosigue con su continuado descenso. Según los datos recientemente publicados por el Ministerio de Hacienda, el conjunto de los 542 municipios de la Comunitat Valenciana mantenía a 31 de diciembre de 2017 una deuda viva -con entidades financieras- de 2.091 millones de euros, por los 2.485 de 2016. Es decir, la cifra se redujo en un 15,85 % el último curso. Una variación sensiblemente superior a la experimentada en 2016, cuando la deuda se redujo en un 11,04 % respecto a 2015.
Este descenso refleja cómo la mayoría de los consistorios valencianos siguen haciendo los deberes desde que el PP aprobara la Ley de Estabilidad Presupuestaria en 2012, que les impide a muchos de ellos incrementar su gasto pese a que sus cuentas presenten superávit. Una medida que, según critican buena parte de las corporaciones locales, bloquea también las inversiones en políticas sociales, ya que el remanente de tesorería debe emplearse en amortizar deudas.
En términos totales, la mayor parte de la deuda municipal de la Comunitat Valenciana la tiene su capital, València, con 552 millones de euros, lo que supone alrededor de 700 euros por habitante. No obstante, el cap i casal ha reducido esta cantidad en un 15,8 % en el último año, exactamente la misma variación que la que se ha producido a nivel autonómico.
A continuación se encuentra Gandia, con 285 millones, que suponen un incremento del 6,2 % en el último curso. Precisamente, la capital de la Safor se sitúa como el tercer municipio valenciano con mayor deuda por habitante, con 3.837 euros per cápita. Solo le superan Vallada, con 7.528 euros por persona -aunque ha bajado un 0,6 % la deuda total con 23,2 millones para un pueblo de tan solo 3.000 habitantes-, y Navajas, con 6.837 euros por cabeza. A estas tres les siguen Zorita del Maestrazgo (3.698), Daya Vieja (3.552), Castielfabib (3.191), Villores (2.768), Torrella (2.536) o Finestrat (2.366).
Entre los municipios de más de 20.000 habitantes con mayor deuda por habitante se encuentran Alboraya (1.553), Calp (1.238), Cullera (1.158), Novelda (980), Alaquàs (875) o Benidorm (744).
Por otra parte, entre las localidades de mayor tamaño que han logrado reducir su deuda viva a cero destacan los consistorios de Bétera, Mutxamel, Paiporta, Picassent o Albal, así como la notable reducción que ha logrado Aldaia de un 89,3 % para dejar su deuda de 4,4 millones en 530.000 euros.
Por contra, en Carlet la cifra de deuda se ha multiplicado por cuatro en un año hasta rebasar los 5.000 euros (era de poco más de 900 el año anterior), y en Granja de la Costera ha estado cerca de duplicarse, con un aumento del 87 % que la ha dejado en un total de 122.000 euros.
Sube en la Diputación de Alicante
El endeudamiento de las tres diputaciones provinciales en 2017 ha reflejado tendencias contrarias. Mientras la deuda de la de València se ha reducido en un 8,7 % para quedar en 158 millones y la de Castelló cayó un 18 % para marcar 29 millones; la de Alicante se ha multiplicado por 4. Eso sí, la cifra total de la corporación alicantina es mucho menor, con 727.000 euros.
