El programa de ayudas para la incorporación de talento joven a la Administración pública valenciana que el Consell quiere desplegar en los próximos seis meses, que incluye becas para estudiantes con expedientes brillantes, llega en un momento de tensión entre sindicatos y la Conselleria de Justicia y Administraciones públicas que dirige Gabriela Bravo.
UGT y CSIF acusan a Bravo de «romper de manera unilateral» en la mesa sectorial del pasado viernes la negociación del plan de estabilidad para el personal interino y temporal de la Generalitat. En este sentido, ambos sindicatos critican en un comunicado que la consellera Bravo haya presentado en el Seminari de Govern del Consell de este fin de semana en Biar «un plan de ayudas económicas para fomentar el acceso del talento joven a la Administración de la Generalitat, mientras se olvida de fomentar el talento y la experiencia de aquellos que ya están más de 20 años en su administración», en clara referencia a los 6.000 interinos de la plantilla del Consell. «La igualdad de trato debería formar parte del programa ético de la consellera», subrayan.
«El diálogo social está roto»
Desde UGT, Gonzalo Fernández, subraya, que «en estos momentos no hay ninguna posibilidad de negociación en las mesas sectoriales del programa para atraer talento joven a la Administración valenciana, pues el diálogo social con la conselleria está absolutamente roto desde el viernes».
Por contra, desde CC OO, sindicato que apoya la propuesta del plan de estabilidad para los interinos presentada por Bravo, ven «positivo» que el Consell beque a talentos jóvenes para atraerlos a la función pública valenciana.
El Consell del Botànic quiere rejuvenecer con «talento joven» la plantilla de empleados de la Administración pública de la Generalitat, donde cuatro de cada 10 tienen más de 54 años y la previsión es que en 10 años se jubilen más de 5.000 trabajadores. La idea es atraer a los estudiantes más brillantes a las convocatorias de empleo público de los próximos años con un programa de ayudas que, según el documento aprobado por el Consell en Biar, exige «tener en cuenta especialmente la situación económica de los candidatos y candidatas corrigiendo los obstáculos que les impiden acceder en condiciones de igualdad a determinadas plazas». Según fuentes del departamento de la consellera Bravo, una de las propuestas en estudio es convocar becas para estudiantes con expedientes brillantes que quieren trabajar en la Generalitat «pero no pueden permitirse pasar dos años preparando oposiciones por razones económicas».
Respecto al plan de estabilidad del personal interino, tanto UGT como CSIF reclaman renegociarlo con el presidente Ximo Puig tras la ruptura de negociaciones con Bravo. El punto de fricción está en la valoración dentro de la fase de concurso de la oposición de los años trabajados por los interinos para la Administración.
Punto de fricción
UGT y CSIF reclaman que «la experiencia en la Administración convocante se valore de manera diferente a los servicios prestados en otras Administraciones o en el sector público», algo que conselleria no acepta. Desde CC OO, Juan Cruz, sostiene que la valoración de la experiencia «depende de las funciones realizadas y no del lugar donde se hagan».
«A funciones iguales, idéntica valoración, independientemente de que los servicios se presten en la Generalitat o en el Ayuntamiento de La Coruña, porque si no el trato diferencial que proponen los otros sindicatos paralizará las oposiciones con una catarata de impugnaciones», advierte Cruz.
