El grupo parlamentario Compromís ha registrado en las Corts Valencianes una proposición no de ley con la que manifiesta la oposición a la barrera electoral que se incluye en la reforma electoral aprobada recientemente por el Parlamento Europeo y que obligará a los partidos a obtener entre un 2% y un 5% de los votos (la cifra definitiva debe fijarla cada Estado) para conseguir representación en la Eurocámara a partir de las elecciones de 2024 por lo que no afectaría a los comiciones de 2019 que coincidirán con las elecciones municipales y autonómicas.

Según explica la portavoz adjunta de Compromís, Mònica Àlvaro, con esta iniciativa, Compromís quiere que se traslade el posicionamiento contrario a esta reforma a aquellas instituciones europeas donde tenga voz la Generalitat, como el Comité de las Regiones. Asimismo el objetivo es transmitir el posicionamiento de las Corts en el Congreso y al Senado para instarles a que a la hora de introducir la barrera electoral para las elecciones al Parlamento Europeo ésta sea del 2%, es decir, el mínimo porcentaje permitido, a fin de respetar la pluralidad política y la diversidad existente en el Estado".

"El Parlamento Europeo -ha profundizado Álvaro- ha aprobado en esta reforma electoral una serie de medidas dirigidas a impulsar el voto anticipado, por correo o electrónico y dar más visibilidad a los partidos políticos europeos en las papeletas de voto, entre otras. Sin embargo, esta reforma olvida otros aspectos como las listas cremallera o el voto a partir de los 16 años de edad, o incluye otras medidas obligatorias como la imposición de un umbral mínimo de voto entre el 2% y el 5% en aquellos estados en los que haya circunscripción única con más de 35 escaños, a partir de las elecciones del 2024".

Actualmente, sólo España y Alemania se encuentran en esta situación, estados que próximamente deberán modificar sus leyes electorales para adaptarse a la reforma europea. "Pero habría que preguntarse cuáles son los motivos que han conducido a hacer esta modificación y cómo afectaría al contexto del Estado Español".

Para la parlamentaria de Compromís "sobre los motivos, es bien sabido que esta reforma viene impulsada por los partidos mayoritarios alemanes con el fin de restringir el acceso de formaciones antieuropeístas. Una modificación que ya intentaron introducir modificando su ley electoral pero que el Tribunal Constitucional alemán rechazó. Por otra parte, hay que tener en cuenta que según varios sondeos publicados, estas formaciones ya superan el umbral propuesto, por lo que la introducción de la barrera electoral no tendría los efectos esperados".

En cambio, en el contexto español esto sí tendría consecuencias graves. Cabe recordar que en las últimas elecciones al Parlamento Europeo de 2014 de las 10 candidaturas que consiguieron obtener representación hubo un total de 4 candidaturas que lo hicieron con menos de un 5% de los votos. En concreto fueron l´Esquerra pel Dret a Decidir con 630.000 votos (4%), Ciudadanos con 497.000 (3'2%), Los Pueblos Deciden con 326.000 (2%) y Primavera Europea con 302.000 (2%).

Con la reforma aprobada por el Parlamento Europeo habría, por tanto, cerca de dos millones de votos que se verían amenazados de quedar fuera de las instituciones. Es decir, casi dos millones de personas que dejarían de tener su voz representada al órgano que, supuestamente, representa directamente a los ciudadanos de la Unión Europea.

"Estamos pues, ante una propuesta antidemocrática que atenta contra los derechos de las minorías y contra la pluralidad y la diversidad que se supone que la Unión Europa debería defender. Es por ello que a la hora de que las Cortes Generales hayan de introducir esta barrera electoral en el apartado relativo a la elección de los diputados y diputadas en el Parlamento Europeo de la LOREG, reclamamos que se acojan a introducir el mínimo porcentaje permitido, es decir, el 2% de los sufragios", ha concluido Álvaro.

Compromís, como antes el Bloc, han optado históricamente por las confluencias para acudir a las europeas. En 2014 se sumaron a Primavera Europea, con Equo (ahora con Podemos) y la Chunta Aragonesista. En 2009, el Bloc formó parte de Coalició per Europa con, entre otros, Convergència, Unió y el PNV. En 1999 el Bloc compartió lista con CiU, igual que hizo la UPV en 1994.

Hoy, las cuentas que se hacen en Compromís para una candidatura en solitario es que la posibilidad de obtener un eurodiputado, como ocurrió en 2014 con Jordi Sebastià, es factible. La salida de Gran Bretaña de la UE por el Brexit aumenta el número de eurodiputados a elegir en el resto de países por lo que se podría obtener un representante con algo menos de 300.000 votos. Como Compromís confía en mantener o superar los 456.000 votos que logró en las autonómicas de 2015 y las europeas se celebrarán el mismo día, la coalición espera retener para la urna europea al menos 300.000 votos que le den el eurodiputado ya que la participación siempre es mayor en las autonómicas que en europeas. La otra opción, la de confluir con Podemos al Europarlamento, también daría la posibilidad de asegurar un eurodiputado aunque siempre dentro de Podemos y en la suma probablemente con IU y las confluencias, En Marea gallega y los comunes. Una opción que no gusta a un amplio sector de la coalición, especialmente dentro del Bloc, porque supone perder identidad en una lista en la que Podemos llevaría el mando.