La Comunitat Valenciana quiere unirse al club de autonomías que cuenta con una comisión bilateral permanente con el Gobierno para tratar sus asuntos. Todas las comunidades históricas salvo Galicia, que lo ha pedido también ahora, cuentan con un órgano de este tipo, aunque el de Cataluña se ha reactivado ahora, después de siete años sin que se reuniera. Aragón y Castilla y León también lo poseen porque aparece en sus estatutos.

No sucede así en el de la C. Valenciana, pero el Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra cree que puede ser un buen instrumento para tratar de manera directa los grandes asuntos de la agenda valenciana. El presidente de la Generalitat propuso ayer a la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, la creación de esta comisión. Fue la petición principal del encuentro que ambos mantuvieron en Madrid.

Puig encontró una buena disposición por parte de la ministra, aseguraron fuentes del Consell, aunque la decisión final ha de pasar por el Palacio de la Moncloa. Batet se encuentra entre los dirigentes socialistas más sensibles a la idea federal y plurinacional que promueve el líder del PSPV.

Puig abordó además con la ministra catalana los temas centrales de la agenda valenciana: la infrafinanciación, la infrainversión y el agua. También trató la situación de los recursos de inconstitucionalidad a leyes valencianas interpuestos por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy. No se produjeron acuerdos destacados, según las fuentes consultadas, aunque tras el largo encuentro (dos horas) Puig subrayó la actitud «positiva» del nuevo Ejecutivo. En este sentido, destacó que el Gobierno haya propuesto una reestructuración de la deuda de las comunidades, algo que es «hacer justicia» con el territorio valenciano.

La reunión es preparatoria de la cita formal que el jefe del Consell mantendrá con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en septiembre en la Moncloa.

Batet, Puig y el problema catalán sobre la mesa

Una parte del encuentro estuvo dedicado a la cuestión catalana. Batet es dirigente del PSC y Puig intentó ejercer un papel mediador antes de que el Govern catalán apostara por la vía unilateral. El Gobierno de Pedro Sánchez ha abierto una vía de diálogo con el nuevo ejecutivo catalán de Quim Torra. Es difícil en las circunstancias actuales que Puig reabra el contacto con el presidente catalán, pero el Gobierno espera que al menos juegue un papel moderador en el tablero autonómico español.