Por cada preso valenciano, Prisiones compra 282 yogures al año, 87 litros de leche, 57 kilos de patatas (más de uno a la semana) y 42 de cebollas, 17 docenas de huevos, 18 kg de plátano canario y 12 de naranjas, 22 kg de pollo entero limpio más 13 kg de cuartos traseros, 7 kg de muslo y 6 kg de alitas, o 54 rollitos de primavera, entre otros productos. Alimentar durante todo un año los alrededor de 3.900 presos de las tres cárceles de València y Castelló cuesta un máximo de 4.973.210,80 euros (IVA incluido), según el concurso público que acaba de licitar la gerencia de la entidad estatal de derecho público Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo.
La nueva licitación es un 2 % más barata que la del año pasado (109.536,96 euros menos). No obstante, los 22 lotes de 2017 se adjudicaron por 3.669.939,54 euros (IVA incluido), 1,4 millones por debajo del precio de salida. Es decir, con una baja del 27,8 %.
El cálculo de la dotación que necesita un centro penitenciario para servir a sus reclusos tres comidas al día (desayuno, comida y cena) se determina a partir de un valor unitario por interno que en el caso de las tres prisiones de València y Castelló es de 3,75 euros al día.
Esta consignación por día y plaza depende del volumen de población reclusa y su última actualización económica fue en abril de 2017. Así, por cuestiones de escala (a mayor cantidad de compra, precios más baratos), las prisiones con menos de 200 internos tienen asignados 4,25 euros/día por preso, 3,77 euros las que van de 200 a 500 reclusos, y 3,75 las de más de 500.
Las tres prisiones a las que va destinada esta compra superan con creces los 500 internos, por lo que la consignación que reciben para alimentarlos es de 3,75 €/día por reo, 1.368,75 euros al año por preso. A fecha del viernes pasado, según el balance semanal de Instituciones Penitenciarias, el centro penitenciario Antoni Asunción (Picassent) albergaba a 2.001 reclusos, 662 la prisión de Castelló y 1.243 la de Castelló II (Albocàsser). Esto hace un total de 3.906 internos.
Una media de 3.600 reclusos
No obstante, la dotación económica se estima a partir de la media trimestral de población reclusa. De este modo, los cerca de cinco millones asignados a estas tres cárceles, divididos por 1.368,75 euros anuales que cuesta alimentar a un interno, cubren una población reclusa media de 3.633 personas.
La compra se reparte en 22 lotes según el tipo de productos. Los más importantes, por presupuestos son los de Carne fresca, con 658.133,50 euros sin IVA, seguido del de Aves-caza fresca con 549.823,20 euros, y el de precocinados, con 532.891,10.
Las principal partida de la compra carne fresca va dirigida a adquirir por 135.791 euros 25.100 kg de cinta de lomo fresca o adobada, lo que supone 6 kg por preso al año. En segundo lugar esta la compra por 82.062 euros de 28.200 kg de chuleta de aguja de cerdo de 2.ª, que si se reparten tocan a siete kilos por interno al año. La tercera cantidad más importante son los 77.412,50 euros que cuestan 28.150 kg de preparado de carne picada para hamburguesa, también 7 kg por preso al año o 70 hamburguesas de 100 gramos.
En aves-caza fresca los desembolsos más cuantiosos van a adquirir 85.400 kg de pollo limpio entero por 175.924 euros, 49.010 kg de cuartos traseros de pollo por 98.510,10 euros y 15.600 kg de conejo entero limpio por 64.272 euros. Entre los precocinados los productos a los que se destina más dinero son la compra de 47.600 tortillas españolas valoradas en 62.356 euros, los 43.200 euros que valen 41.200 pizzas variadas. También se compran 13.500 kg de preparado de paella por 38.205 euros.
