Punto final a la idea de resurgimiento de Coalición Valenciana (CV). El que fue su presidente, Juan García Sentandreu, aventuró con esta posibilidad tras la manifestación «anticatalanista» del 11 de noviembre de 2017 y los contactos con entidades del mundo blaver. Finalmente, ha optado por afiliarse a Vox, el partido de ámbito estatal que preside Santiago Abascal y que se sitúa a la derecha del PP en el espectro político.

Sentandreu argumenta que tras «el éxito» de la convocatoria del 11 de noviembre tenían claro el paso (el regreso, en este caso) a la política. La primera idea fue un proyecto «100 % valenciano», pero luego se dieron cuenta de que «la única posibilidad» del valencianismo regionalista es acudir a las elecciones «con una fuerza nacional». Lo contrario, asegura a Levante-EMV, es no superar la barrera de los 10.000 votos.

Sentandreu, que esta semana reapareció en los altercados por el mural de Elías Taño en València, justifica de esta manera su incorporación a una formación de ámbito español, después de años de críticas a PP y PSOE por sus dependencias con Madrid.

El expresidente del Grup d'Acció Valencianista (GAV) habla en plural, porque se afilia solo, pero considera que su paso va a ser seguido por otras personas del ámbito de la Coordinadora d'Entitats Culturals del Regne de València, que preside. Algunos ya han dado el paso, dice.

Sentandreu es un personaje de largo recorrido en el blaverisme. Defensor de lo que denomina «valencianismo tradicional, el que ganó la batalla de València», estuvo al frente de las manifestaciones multitudinarias de los primeros años 90, un movimiento que se fue desinflando con la llegada del PP al poder autonómico. Sentandreu participó en la contramanifestación que reventó la del último 9 d'Octubre.

Afirma que llega a Vox como un militante de base, sin reclamar candidatura, aunque los objetivos principales, afirma, son las municipales de València de 2019 y las generales de 2020.

Ahora, ya desde Vox, clama contra «una clase política neofeudal que compite y desafía al Estado», denuncia el «fracaso» del Estado autonómico, abomina de Joan Ribó, Mónica Oltra y Compromís, y descree del giro a la derecha del nuevo presidente del PP, Pablo Casado.