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Infraestructuras

Las promesas que De la Serna dejó en el aire

El ministro de Fomento visitó diecinueve veces la Comunitat Valenciana en diecinueve meses de mandato en las que exhibió un buen talante pero ha dejado numerosas obras por resolver

Las promesas que De la Serna dejó en el aire

Una legislatura de cuatro años, pese a sus cuarenta y ocho meses, puede no ser suficiente para ejecutar proyectos o programas de partido. Y más si se habla de infraestructuras, que precisan de tramitaciones administrativas mastodónticas. Si cuatro años no son nada, imaginen diecinueve meses, que es el tiempo que ha estado Íñigo de la Serna (Bilbao, 1971) al frente del Ministerio de Fomento. Apenas un suspiro.

A pesar del poco tiempo transcurrido, De la Serna visitó más veces la Comunitat Valenciana en año y medio que su antecesora en el cargo, Ana Pastor, en cinco años (sin contar los tres meses de interinaje intrascedente de Rafael Catalá). Una asiduidad que De la Serna achacaba a que «tenemos cosas que decir» y a su condición de exalcalde de Santander «al que le gusta pisar los barrios». El exministro visitó en diecinueve ocasiones la Comunitat Valenciana. Con frecuencias de uno o dos viajes mensuales. Y cada trayecto traía una promesa que se ha llevado el viento, porque Íñigo de la Serna no las ha podido cumplir. De ahí los apodos con los que se ha bautizado al exministro por todo el territorio ibérico: «Mister Promesas», «el Conseguidor» o «Íñigo de la Moto». En los 574 días que ocupó el cargo de ministro protagonizó unos 200 viajes oficiales. Treinta y dos de ellos a su tierra, Cantabria.

A su favor, cabe recordar que la situación que se encontró De la Serna al llegar a Fomento no fue sencilla. Ana Pastor y Rafael Catalá le cedieron una herencia envenenada con proyectos paralizados durante años en los que el exministro tuvo que deshacer entuertos y, en algunos casos, empezar de cero con la tramitación de numerosos proyectos. «Resolvió algunos problemas que estaban enquistados, como en el tramo ferroviario Xàtiva-La Encina o en el Vandellós-Tarragona», señalan fuentes de los contratistas de obra pública. Los recortes presupuestarios también le han afectado. Al menos tuvo la honestidad de reconocerlo cuando se le presentaba la lista de reivindicaciones que reciben todos los ministros de Fomento tras tomar posesión. Este es el repaso de las promesas incumplidas, y algunos aciertos y cumplimientos, de Íñigo de la Serna en sus diecinueve meses al frente del Ministerio de Fomento.

Corredor mediterráneo

El eje mediterráneo es un erial al sur de Tarragona. Apenas se ha completado la instalación del tercer hilo en la vía del lado mar entre València y Castelló, el mal llamado «AVE» a la capital de la Plana. Adif acaba de iniciar las obras para colocar el tercer hilo (de ancho europeo) en la vía lado montaña. Una actuación que provoca retrasos en este tramo y apenas aporta dos trenes directos de Madrid al día, ahora sustituidos por autobuses durante la ejecución de las obras. Un engendro de solución para el corredor más rentable de toda la red ferroviaria ibérica, pero maltratado en el diseño y adaptación al ancho europeo y la red de alta velocidad. En la cuenta positiva de De la Serna cuenta la creación de la figura del «coordinador del corredor mediterráneo», Juan Barios desde el 21 de marzo de 2017, pero que ha pasado sin pena ni gloria por esta responsabilidad, en la que será sustituido por el geógrafo Josep Vicent Boira.

Plan Cercanías 2017-2025

De la Serna presentó el 17 de diciembre de 2017 el «Plan de mejora de la calidad de Cercanías 2017-2025» con una inversión prevista de 1.436, 55 millones en 8 años. Una nueva planificación para viejas reivindicaciones, ya que la mayoría de actuaciones previstas en este plan se reclaman desde hace décadas. Era una plan «realista», en palabras de De la Serna, pactado con la Generalitat. La primera comisión de seguimiento de este plan ni siquiera pudo celebrarse, por el relevo en el Gobierno central. Y las promesas de modernizar la línea de cercanías C3 o iniciar este tipo de circulaciones entre Castelló y Vinaròs cayó en el olvido en los presupuestos de 2018 tramitados por el PP y aprobados por el PSOE.

Red arterial ferroviaria de VLC

La solución ferroviaria para acabar con la condición de «cul de sac» de la Estación del Norte sigue sin arrancar. València funciona con una estación provisional para la alta velocidad, la Joaquín Sorolla. Y lo que le queda. Según De la Serna, «el túnel y todo lo relacionado con el parque central y la integración del ferrocarril en València estaba prácticamente en liquidación». La solución «made in De la Serna» fue volver a licitar los estudios informativos del túnel pasante, la estación central y la conexión en alta velocidad València-Castelló» porque los proyectos tramitados en la anterior década habían caducado.

Inversiones en carreteras

El ministro Íñigo de la Serna sólo pudo «inaugurar» la variante de la Font de Figuera (el 19 de junio de 2017) y aperturar su c0ntinuación en Yecla y Jumilla. Sus 19 meses al frente de Fomento apenas le sirvieron para retomar las obras de la variante de Benissa, seguir construyendo a paso de tortuga la de Cullera-Favara (en 2017 Fomento admitió que estaba ejecutada al 30%) y colocar la primera piedra de la remodelación de la N-232 desde Massia de la Torreta hasta Morella Sur. También ha seguido adelante la ampliación del tercer carril de la V-21 a su paso por Alboraia, a pesar de las críticas que plantea por su afectación a zonas de huerta productiva.

Liberalización de la AP-7

La liberalización del peaje de la AP-7 estaba clara desde la época de Ana Pastor. De la Serna, antes de que «lo echaran», según sus propias palabras, ratificó esta decisión de acabar con cuarenta y ocho años de peaje. Se fue sin aclarar cuál será el modelo de gestión de la autopista liberalizada.

El tren de la costa

El tren de la costa que dé servicio a la Safor y la Marina para conectarlo con la red ferroviaria de interés general espera desde hace décadas su ejecución. La prolongación desde Gandia hasta Oliva está a la espera de la declaración de impacto ambiental. De la Serna usó un informe medioambiental autonómico crítico con el trazado para acusar al Consell del Botànic de retrasar el proyecto.

El «olvido» de las RTE-T

El último «regalo» a la Comunitat Valenciana fue dejar la conexión con el Cantábrico (la línea ferroviaria Sagunt-Teruel-Zaragoza) y con Madrid (a través de Albacete por la antigua línea) fuera de la previsión de inversiones de la red transeuropea de transportes (RTE-T). De la Serna defiende que lo solicitó pero que fue la Comisión Europea quien rechazó incluir ambos tramos en la red prioritaria europea. El presidente de la Generalitat y del Puerto de València acusaron a De la Serna de no hacer su trabajo y dejar fuera los dos ramales valencianos. Y el exministro, en su primer viaje a València tras abandonar el ministerio, acusó a ambos de mentir porque, defiende, sí que solicitó la inclusión de ambas líneas.

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