Los taxistas marchan por el centro de València, provocando retenciones en las principales vías de la ciudad, como la Calle Colón o Guillem de Castro.

Los manifestantes están respetando el carril bus, según ha podido comprobar este periódico.

El sector del taxi sigue en huelga indefinida tras que esta se iniciase en la medianoche del domingo. Y, tal como anunciaron ayer por la tarde durante la asamblea celebrada por los representantes de las diferentes asociaciones de taxistas en la estación de AVE Joaquín Sorolla, «seguiremos en pie de guerra» hasta que el Gobierno central se «comprometa» a proteger la ley que establece que por cada 30 licencias de taxi, se emita una de alquiler de coche con conductor (VTC).

El principal objetivo del encuentro, al que acudieron decenas de personas, fue convocar a «todos los taxistas de València» para las movilizaciones y protestas que están teniendo lugar durante el día de hoy. A las 6.30 horas las licencias pares se concentraron en el aeropuerto de Manises, y a esa misma hora, las licencias impares acudieron al aparcamiento de la tienda Ikea. Allí se les dieron instrucciones e indicaciones de las acciones previstas.

El Ejecutivo nacional reaccionó con urgencia ante la presión de la huelga que ya se extiende por ciudades como València, Alicante, Benidorm, Castelló -donde empieza hoy-, Madrid, Zaragoza o Barcelona. Tanto es así, que hoy a las 12.00 horas habrá una reunión entre representantes de las diferentes agrupaciones del taxi de toda España y el secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, Pedro Saura. A dicho encuentro asistirán como representantes de la Comunitat Valenciana, Ismael Arráez, presidente de la Unión Gremial del Taxi, y Fernando del Molino, presidente de la Confederación de Autónomos del Taxi y portavoz de la Asociación Nacional del Taxi.

«Nos mienten desde 2009»

Las reivindicaciones del gremio son claras: exigen que se mantenga la legislación que regule la emisión de permisos de VTC y que se mantenga la proporción de licencias entre taxis y las otorgadas a empresas como Uber y Cabify.

Según explicó del Molino durante su intervención ante los taxistas asistentes, «el Gobierno nos miente desde el año 2009» -cuando se liberalizaron las licencias de transporte a través de la conocida como Ley Ómnibus- y «nos siguen mintiendo ahora», exclamó el representante de los autónomos del gremio.

Tras esta ley, el gobierno de Mariano Rajoy introdujo en 2013 una reforma legal en la que se establecía la proporcionalidad 1/30, pero esta no se hizo efectiva hasta dos años después. ahora, el Tribunal Supremo, da la razón a aquellas empresas privadas que solicitaron sus licencias VTC durante ese periodo de tiempo y ha ordenado a la Generalitat Valenciana que les de luz verde. Esto supone que si hasta ahora habían contabilizados en la Comunitat Valenciana 232 permisos VTC, en breve habrán al menos 200 más, todas ellas demandadas por la empresa Ares Capital.

Además, del Molino reivindicará en el encuentro con Saura que las competencias para la emisión de licencias de VTC se transfieran a las comunidades autónomas.

«Reventar» el sector del taxi

Una de las proclamas más repetidas durante el encuentro se refería a la pérdida de trabajo de los taxistas y al esfuerzo económico que les supone el pago de licencias, impuestos y otros gastos asociados. «Estas multinacionales van a reventar el sector», comentaron representantes de la asociación Élite Taxi, «nos van a fundir», añadieron. Pero lo cierto es que, por el momento en València, hay cerca de 3.000 licencias de taxi, y 232 de VTC y todas ellas dentro de la legalidad.

Como reconocieron ayer, las protestas en València comenzaron como solidaridad con los paros de Madrid y Barcelona, pero esta huelga se ha convertido «en la primera indefinida y de estas dimensiones en València», según comentó Abdel, un empresario del taxi que lleva 23 años en el sector.

Un 98 % de seguimiento

Arráez valoró en un 98 % el seguimiento de la huelga en València. Durante la madrugada de ayer varios piquetes informativos comunicaron a los taxistas que trabajaron el estado de paro.

Según comentó Francisco Aznar, uno de los profesionales que formó parte de estos piquetes, los puntos en los que se situaron fueron la de ocio del Puerto, la plaza de Cánovas, plaza de España y las estaciones de tren y aeropuerto.

La premisa lanzada por los representantes era clara «protestas y movilizaciones pacíficas», pero según pudo sabre este periódico, las situaciones de enfrentamiento con chóferes de Cabify se sucedieron a lo largo de la madrugada y la tarde de ayer.

Aznar también afirmó «sentir la situación por los usuarios, pero -añadió- son daños colaterales y esa nuestra medida de presionar», explicó.