El Ministerio de Hacienda renunció ayer en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) celebrado en Madrid a fijar el déficit individualizado para cada autonomía pese a que lo había incluido en el orden del día de la reunión. El Gobierno decidió dejar este asunto sobre la mesa y no tratarlo. La petición que había realizado el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y su presión hasta el mismo lunes por la noche para intentar que la Comunitat Valenciana tuviese un déficit diferenciado también cayó en saco roto y no se trató. Todo lo relacionado con el déficit queda en suspenso.

El Gobierno pone de manifiesto que asume su debilidad parlamentaria después de perder la votación en el Congreso al rechazar todos sus socios excepto los nacionalistas vascos la ampliación de la senda de déficit pactada con Bruselas para el periodo 2019-2021, que contemplaba una flexibilización del déficit autonómico de dos décimas, del 0,1% al 0,3% del PIB (220 millones más en el caso valenciano), pero rechazada por el parlamento español.

El Gobierno volverá a intentarlo antes de un mes en el Congreso, como permite la ley, y lo hará con una propuesta idéntica, salvo sorpresa. Pero aunque saliera adelante en la Cámara Baja, la propuesta del Gobierno parece condenada al fracaso porque tiene que ir al Senado donde el PP tiene mayoría absoluta.

Lo que hizo ayer el Gobierno en la reunión del CPFF es asumir su debilidad y admitir que la senda de déficit será la que estaba prevista tiempos del PP. De hecho, fuentes del Consell aseguran que en la reunión la representación del Gobierno se escudó para no tratar el déficit en que estaba condenada a decaer en el Senado.

Sin embargo, no todo fue negativo ayer para la delegación valenciana que se desplazó a Madrid. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha remitido una carta a todas las autonomías en la que les insta a designar un representante para abrir en septiembre «el debate político sobre el cambio del modelo de financiación».

Debate político en septiembre

El conseller Soler se mostró «optimista» tras asegurar que en la reunión de ayer en Madrid se ha materializado el compromiso de la ministra de que en septiembre comiencen los trabajos políticos para la reforma del sistema de financiación. «Hay que tener en cuenta que llevamos un retraso de prácticamente seis años y hasta ahora se han hecho trabajos técnicos pero el debate político todavía no se ha iniciado», explicó Soler. Sobre el rechazo del Gobierno a tratar los déficits de las autonomías en el encuentro de ayer, el responsable de la Hacienda valenciana lamentó que no se hubieran podido votar los objetivos de déficit individualizados

Llama a reflexionar a Compromís

El conseller también señaló que que los 220 millones de la flexibilización del déficit vendrían «como agua de mayo para consolidar los derechos sociales de los valencianos». En ese punto dijo que el rechazo por parte del Congreso a la senda de estabilidad para el periodo 2019-2021 supone una merma a la capacidad del Consell para financiar estos derechos porque «mientras no tengamos un nuevo sistema de financiación, cualquier recurso adicional es positivo para mantener con dignidad la sanidad, la educación y los servicios sociales»,

En este sentido, Soler se mostró esperanzado en que dentro de un mes, cuando se produzca una nueva votación en el Congreso, pueda ser aprobada la nueva senda de estabilidad. Para ello, ve «muy importante» la reflexión de todos los grupos políticos (entre ellos Compromís), porque «rechazar la flexibilización del déficit que permite Bruselas es un acto de autocastigo que no tiene sentido», advirtió.

Ingreso de 814 millones

Mientras, el Ministerio de Hacienda acaba de ingresar a la Comunitat Valenciana 814 millones correspondientes a la liquidación de 2016. La previsión inicial de ingresos para este ejercicio por la liquidación era de 1.568 millones y de esta cantidad, 784 millones (el 50%) ya llegó como anticipo.

En total llegarán 30 más de los inicialmente previstos, por lo que, junto a los 784 millones que faltaban por ingresar, suman un total de 814 millones embolsados, según los datos del conseller.