Meses de quejas, interpelaciones a la administración e incluso denuncias ante la Inspección de Trabajo no han evitado que hoy 1 de agosto, entre en vigor el nuevo macrocontrato de las ambulancias en la Comunitat Valenciana con una de las condiciones más polémicas: dejar sin ambulancias a los profesionales de los puntos de atención continuada (PAC) para ir a asistir a pacientes en sus domicilios.
Los pliegos redactados en su día por la Conselleria de Sanidad, ya bajo la dirección de la ahora ministra Carmen Montón, especifican con detalle que esta prerrogativa queda totalmente excluida del servicio de transporte sanitario lo que obligará al colectivo médico y de enfermería a echar mano del transporte público o de sus vehículos particulares para hacer lo más rápidamente posible estas visitas. El problema llega cuando los profesionales no tienen obligación siquiera de tener el carné de conducir o un vehículo propio y los que sí lo tienen, no cuentan con un seguro específico cuando, además, tienen que trasladar material que puede ser motivo de sanción.
El clamor de los profesionales ha sido tal que la Conselleria de Sanidad ha decidido dejar en manos de cada uno de los departamentos de salud las soluciones que crean conveniente para «suplir» las carencias. desde contratar el servicio de vehículos eléctricos sin conductor, bicicletas hasta recurrir a servicios de taxis, precisamente en un momento difícil con el colectivo en huelga indefinida.
Con esta «manga ancha», algunos de los hospitales bajo concesión administrativa han apostado por llegar a acuerdos particulares con las empresas que hasta ahora prestaban el servicio para seguir dándolo durante los meses de agosto y septiembre. Así, en los dos hospitales que Ribera Salud aún gestiona al completo, Torrevieja y Vinalopó, se ha llegado a un acuerdo con «la empresa de ambulancias actual» para que los Puntos de Atención Continuada (PAC) de la zona sigan teniendo ambulancias para sus profesionales.
Así, el servicio se seguirá «prestando durante los meses de agosto y septiembre en las mismas condiciones actuales», aseguraron fuentes de Ribera Salud. Además la dirección de ambos departamentos ha acordado con la empresa «aumentar dos vehículos TNA» en cada uno de los departamentos de salud.
Recurrir a taxis en plena huelga
El departamento de salud del Hospital General y el de Requena, por ejemplo, son dos de los que pondrán a disposición de sus profesionales taxis. En el área cubierta por el General, se dejarán para los avisos no urgentes y siempre que la distancia no pueda ser cubierta a pie. La medida, sin embargo, no satisface teniendo en cuenta el momento en el que está el colectivo del taxi con un paro indefinido que coincide con la puesta en marcha del nuevo contrato.
Cuando se sospeche que el aviso puede ser una emergencia se llamará al CICU para que valore. Esta es una de las soluciones que los profesionales de Atención Continuada esperan que suponga una vía de escape al problema, al dejar en manos de la coordinación de urgencias la decisión de mandar o no una ambulancia para llevar a un médico al domicilio de una persona. Si se niega, optarán por avisar a la Policía para que quede constancia.
Sanidad tiene hasta septiembre para dar una solución al problema. El límite lo ha puesto la Inspección de Trabajo que tuvo en consideración las denuncias presentadas por el sindicatos Satse. Por parte del Partido Popular, Juan José Zaplana criticó ayer duramente la «dejadez de funciones» que, a su entender, estaba demostrando la consellera Ana Barceló en este tema al no haberse reunido en estos días con los profesionales y dejar que se tomaran soluciones «inverosímiles» como «las bicicletas».
