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Polémica

El alquiler de un equipo móvil de resonancias en Alzira enfrenta a Sanidad y a la UTE Erescanner

La concesionaria del servicio en 16 centros reclama que ellos deberían asumir este trabajo, extremo que Sanidad niega

El equipo móvil de resonancias instalado en Alzira. levante-emv

A solo dos meses de que termine el contrato que los vincula, el alquiler de un equipo móvil de resonancias para asumir el trabajo «extra» en el hospital de la Ribera podría enturbiar el final de la relación comercial entre la Conselleria de Sanidad y la UTE Erescanner participada por Eresa, Inscanner, Ribera Salud y Beanaca.

La unión de empresas se encarga desde hace 10 años y hasta el próximo mes de septiembre del servicio de resonancias en 16 hospitales públicos a través de un contrato de gestión de servicios públicos y también del exceso de trabajo en aquellos hospitales que realizan el servicio de forma directa, por ejemplo, el Doctor Peset. Siguiendo esta lógica, la UTE se ha quejado ante la Conselleria de Sanidad por la decisión tomada en el departamento de la Ribera (de gestión pública desde abril) de contratar de forma externa un equipo portátil de resonancias, que está instalado ya en el parking exterior para hacer 700 pruebas adicionales al mes en horario de lunes a viernes de ocho de la mañana a diez de la noche y también sábados por la mañana.

Según confirmaron fuentes de la UTE, el hospital vuelve ahora a la gestión pública y el contrato integra a todo el servicio de la red pública, de ahí que la gerencia de Alzira, en manos de Isabel González, debería, según argumentan, haber recurrido a ellos para aliviar la presión asistencial del servicio. Así se lo han trasladado a los responsables de Sanidad que no parecen, sin embargo, comulgar con ellos.

«Contrato de servicios»

Según defendieron ayer fuentes de la administración sanitaria, la demanda de la UTE Erescanner no va a ser escuchada, ya que el departamento «gestiona directamente el servicio» y en situaciones extraordinarias tiene la potestad de hacer un «contrato de servicios» que en este caso se ha hecho por la vía de la acción no concertada. El desencuentro llega en el momento en que conselleria y UTE negocian el final del contrato y la consecuente subrogación de la maquinaria instalada en esos 16 hospitales y de unos 150 profesionales en plantilla que pasarán a depender de la administración.

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