El incendio que ha afectado 1.510 hectáreas y que comenzó en la tarde de ayer en Llutxent afecta ya a Gandia donde muchos vecinos han comenzado a ver la nube de humo y las cenizas que llegan hasta sus viviendas y las calles de la localidad.

La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, continúa la orden de desalojo de las urbanizaciones Montepino y Montesol de este municipio, que hoy se ha convertido en obligatoria y con ese fin las fuerzas de seguridad han acudido a la zona para informar a los vecinos.

La mayoría de vecinos de estas dos urbanizaciones y de la zona de La Drova, del término de Barx, tiene familiares en zonas próximas u otra residencia y no ha tenido que utilizar los recursos que ofrecieron las administraciones públicas para pasar la noche.

Ayer Gandia realojó a 182 personas en hoteles de la ciudad, un centro de convivencia situado en el barrio de Corea, el cámpin y el albergue del Club Náutico.

Morant ha explicado que el Ayuntamiento contactó con la planta hotelera de la ciudad, que arbitró fórmulas para alojar a estas personas en salones donde instalaron camas y en las propias habitaciones.

De esas 182 personas, la mitad procedían de la residencia de ancianos Mondúver -entre usuarios y personal empleado-, de los que una parte fue alojada en el centro de convivencia y la otra en un hotel.

La alcaldesa de Gandia ha informado de que se ha puesto a disposición de quien lo necesite el edificio Baladre de la playa, un inmueble multiusos dotado de baños, vestuarios y aire acondicionado.