Tal como hicieran el presidente Ximo Puig y la vicepresidenta Mónica Oltra para cerrar el curso, ayer la cúpula del PPCV compareció para evaluar los efectos de las políticas de Pedro Sánchez en la Comunitat. El resultado llevará al PP a provocar un «otoño caliente e intenso» marcado por una campaña que cuestione las «medallas» que se ha colgado el Consell.

Así lo afirmó Elena Bastidas, vicepresidenta del PP provincial de València, quien aseguró que iniciarán reuniones con asociaciones y colectivos «para destapar las mentiras de lo que prometía el Govern del Botànic». Una dinámica que se postula como los primeros pasos de su campaña electoral, basada en el descrédito a los caballos de batalla de los tres socios de gobierno que conjugan el Consell.

Entre esos «méritos» puestos en tela de juicio, Bastidas se afanó en subrayar que la máxima reivindicación del Botànic, la reforma del sistema de financiación, se ha resuelto con el inmovilismo de Pedro Sánchez desde Moncloa excepto para Cataluña, la única comunidad con la que se ha llegado a acuerdos. «Ni siquiera se trató en el Consejo de Política Fiscal y Financiera ante nuestra estupefacción», recordó Bastidas.

Otros suspensos que el PP marca en rojo son la subida del impuesto de sociedades o del diésel y el «sectarismo ideológico» al que se ha alineado Pedro Sánchez en materia de política lingüística y en la gestión pública de la sanidad. «Hemos vuelto a la casilla de salida de lo que avanzó el gobierno del PP», apostilló Bastidas.

Precisamente y para paliar esa diferencia de trato entre comunidades respecto a Cataluña, Bastidas exigió la convocatoria de la conferencia de Presidentes para dejar de estar «supeditados» a los vecinos del norte con los acuerdos bilaterales que mantiene con el Ejecutivo socialista. La última conferencia se celebró en enero de 2017 bajo el gobierno de Mariano Rajoy, y la anterior se remonta a 2012. En la presión política del PP para que Sánchez aborde la reforma, Bastidas fue más allá e instó al Consell a romper las negociaciones con Pedro Sánchez hasta que sea determinante con la modificación del sistema de financiación.

Aún precisó más el tiro: llamó a la vicepresidenta Mónica Oltra y al portavoz en el Congreso de Compromís, Joan Baldoví, a terminar su relación con el PSPV hasta que se resuelva de una solución para la financiación porque hasta ahora solo han mostrado «falsa indignación» a golpe de eslogan y televisión.

Bastidas aportó datos a los reproches junto al portavoz del PP en el ayuntamiento de València Eusebio Monzó. Según explicó, la Comunitat recibe de Sánchez una financiación por debajo de la media ya que el resto de comunidades «aumenta en un 4% frente al 3'5% de la Comunitat», es decir, 53 millones de euros menos.

Un Consell «agotado»

Bastidas ratificó las palabras de la lideresa popular, Isabel Bonig, al afirmar que hay que adelantar las elecciones. Emplazó a Puig a disolver el Consell, cuyos miembros están «acabados y sin ilusión» porque parece que dan la legislatura por terminada. Ayer, pese a que Puig insistió en que no hay motivos para adelantar la convocatoria electoral, Bastidas le pidió que dejara lo que para ella es una «amenaza velada» a Oltra a raíz de una «pataleta interna» en el Consell.