El mayor incendio del año en la C. Valenciana ha derivado en una catástrofe medioambiental para Pinet y Llutxent, puesto que el paraje natural municipal que comparten ambas localidades, El Surar, ha quedado arrasado por las llamas.

Esta extensión de 837 hectáreas constituye un oásis arbóreo de postal que acoge el bosque de alcornoques centenarios más meridional del territorio valenciano, además de dos microrreservas de flora con diferentes especies de fauna protegida y flora endémica. El paraje, declarado protegido en 2005, representa un emblema en la zona y es un atractivo turístico cuya dinamización se estaba potenciando desde la administración.

En junio de este año se inauguró un refugio-aula de educación ambiental en el que la diputación había invertido 35.000 euros y que ha desaparecido entre las llamas. «Las informaciones que nos llegan indican que El Surar se ha quemado prácticamente por completo, aunque el fuego ha pasado rápido y falta comprobar si el alcornoque, que es un árbol con una regeneración más fuerte, pudiera rebrotar: esperamos que sea así», declara el alcalde de Pinet, Juan Ramón Chismol. Su homólogo de Llutxent, Pep Estornell, mostró ayer su pena e impotencia por la destrucción del paraje, pero agradeció «los esfuerzos impresionantes» de los medios de extinción y la solidaridad de los vecinos que «se han volcado en ayudar», resaltando «la ausencia de daños personales».